18 de Septiembre – ¿Chita o antílope americano? – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas…

 18 de Septiembre – ¿Chita o antílope americano? – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:30, 31, RVR 95).

Desde siempre, los seres humanos hemos estados fascinados por establecer récords. Si tienes dudas, mira las olimpíadas o cualquier otra competencia. Correr, nadar, ¡lo que sea! Todo nos gusta hacerlo rápido.

Correr en particular es algo que nos encanta, ¿verdad? Aunque ha habido muchos grandes logros en velocidad, el premio para los seres humanos se lo lleva Usain Bolt. ¡Ha corrido a la velocidad de 37 kilómetros por hora! Posiblemente a ti también te gustaría correr rápido. Si te pregunto: “¿Te gustaría correr como un guepardo o chita?”, casi puedo escucharte gritando: “¡Sí!” Después de todo, el guepardo puede alcanzar, en solo unos pasos, la velocidad de 104 kilómetros por hora. ¡Un récord increíble!

Sin embargo, hay otro animal que tiene un logro aún más importante. El antílope americano puede llegar a la velocidad de 98 kilómetros por hora. ¿Cuál es el logro, entonces, si eso no es tan rápido como el guepardo? El antílope puede mantenerse corriendo a altas velocidades por unos 40 kilómetros, más o menos, en tanto el guepardo se cansa fácilmente y solo resiste un kilómetro a tan alta velocidad.

Hay personas que me hacen acordar a un guepardo. Comienzan un proyecto con

energía y, realmente, parece que dejan atrás a todo el mundo a su paso. En ese momento están motivados, con ganas de hacer las cosas bien, entusiasmados. Sin embargo, se cansan fácilmente. Al poco tiempo, sus grandes proyectos, decisiones, ideas quedan atrás, y parecen guepardos exhaustos. Otras personas, en cambio, se parecen más al antílope. No empiezan quizá tan rápido como el guepardo, pero persisten. Cuando los “guepardos” se cansan, los “antílopes” siguen adelante, corriendo, perseverando. Resisten y resisten.

¿Qué cualidad prefieres: ser más rápido al comienzo o resistir por más tiempo? Si tus padres y profesores te describieran, ¿dirían que eres más un guepardo o un antílope? De nada sirve cuán rápido hayas hecho parte del trabajo si no lo concluyes. De nada sirve una idea genial que nunca se realizó. Dios necesita personas dispuestas a comenzar con ganas pero, más importante aún, a perseverar en terminar el trabajo y llegar al final de la carrera. Cinthya

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