2 de Enero – ¿Tienes basura que tirar esta noche? – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

El mercado al aire libre más grande de Europa es el Porta Palazzo, que se encuentra en una plaza de Turín, Italia. En sus más de mil puestos de venta se ofrece una gran variedad de frutas, verduras, especias, granos, carnes, quesos y demás productos alimentarios, que son adquiridos por personas de diversas partes del mundo. Al final de cada jornada, este mercado se convierte en una enorme montaña de basura entre desperdicios de alimentos, cartones y maderas. Durante seis horas, una decena de personas con potentes máquinas se encargan de dejar limpia la plaza para que comerciantes y compradores puedan hacer uso de ella al día siguiente. ¿Sabes? Nuestra vida se parece mucho a esta plaza de mercado.
Diariamente convivimos con diferentes tipos de problemas y preocupaciones que dejan «basura» en nuestro espacio individual y colectivo. Es importante que reconozcamos que, a veces, somos nosotras mismas quienes producimos esa basura. ¿Qué pasaría si las personas que limpian la plaza del mercado dijeran: «Hoy no limpiaremos, porque mañana se llenará de nuevo de basura»? Sería terrible, ¿verdad? ¿Podrías caminar por un mercado, al que vas para abastecer de alimentos a tu familia, si este se encuentra en medio de desperdicios, moscas y pestilencias? ¡Por supuesto que no! Lo mismo ocurre con nuestras mentes cuando no limpiamos diaria y sistemáticamente la basura acumulada.
Nadie en su sano juicio podría dormir en paz en medio de desperdicios malolientes, y nadie quiere caminar entre la basura. «En paz me acostaré» significa irse a dormir sin remordimientos, sin rencores, sin pensamientos que «apesten» y «pudran» nuestro corazón. Las malas relaciones interpersonales pueden convertirse en nuestra vida en montañas acumuladoras de basura emocional que son potenciales focos de infecciones y enfermedades como el odio, la traición, el cinismo, la mentira, la falta de cortesía y verdadera educación cristiana, y un sinfín de daños mortales.
La basura no huele rico; los desperdicios producen gusanos; quien duerme entre la basura no puede dormir en paz. Pero, querida amiga, la buena noticia es que no necesitas seis horas ni potentes máquinas para dejar limpia tu mente.
Un momento de oración y estudio de tu salmo preferido antes de dormir, con una confesión sincera de lo que hay en tu interior, dará lugar a que Jesús haga el proceso de limpieza en ti. Entonces podrás decir: «Yo me acuesto tranquila y me duermo en seguida, pues tú, Señor, me haces vivir confiada». Aprender a tirar cada día tu basura emocional es un gran objetivo para iniciar este año.
Posdata: Feliz sin basura emocional.