20 de Febrero – ¿Hay algo difícil para Dios? – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en…

 20 de Febrero – ¿Hay algo difícil para Dios? – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará» (Salmo 37: 4-5).

Antiguamente, los padres ponían nombres a sus hijos según los rasgos de carácter que querían ver reflejados en ellos. Pero Dios cambió el nombre a algunos personajes de la Biblia en virtud de los planes que él tenía para ellos; y Dios tenía planes para Sarai, a quien llamó Sara. Ella había recibido las indicaciones de la promesa y del cambio de su nombre por medio de su esposo, pero ella aún no había sido testigo de una mani- festación divina. El propósito de la visita del Señor a Abraham era preci- samente fortalecer la fe de Sara y prepararla para el momento que había esperado toda su vida.

Escondida detrás de las cortinas de la tienda, escuchaba la conver- sación que su esposo mantenía con los forasteros. La pregunta hecha a Abraham: «¿Dónde está Sara, tu esposa?», debió hacer que ella se sorpren- diera mucho. ¿Cómo podían los forasteros saber su nombre? Esto aumentó su curiosidad de saber qué fin tendría la conversación y lo que escuchó a continuación la dejó perpleja. «¿Que yo tendré un hijo?»—Pensó para sí, seguido de una muda sonrisa mientras seguía escuchando en secreto, o al menos eso pensaba. De pronto uno de los forasteros dijo: «¿Por qué se ha reído Sara dudando si es verdad que tendrá un hijo?» Puedo imaginar que la curiosidad y la sonrisa huyeron siendo sustituidos por el miedo y la ver- güenza. Sara tuvo que salir de su escondite y ser confrontada por Dios, el cual preguntó: «¿Hay algo difícil para Dios?»

Es como preguntarnos si hay alguna confección difícil para Coco Chanel, o si hay una cirugía difícil para el doctor Ben Carson. Pero en este caso es Dios el que pregunta: «¿Hay algo difícil para mí?»

La buena noticia es que si Sara pudo concebir un hijo a sus 90 años, cuando en su cuerpo no había ovulación, Dios puede hacer que tu problema o angustia sean resueltos, aunque humanamente ya no haya solución. No dudes, no te rías ni un poquito. Dios dijo que la promesa se cumpliría en un tiempo preciso y así fue. Dios tiene sus tiempos para cumplir en sus hijos sus promesas de auxilio y restauración. Hoy es un buen día para confiar en él.

#pdfelizporsupoder

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