21 de Agosto – La hormiga y la cigarra – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor,…

 21 de Agosto – La hormiga y la cigarra – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento” (Proverbios 6:6-8).

Había una vez, en un bosque, en un día soleado y caluroso, una cigarra sentada en la rama de un árbol, cantando despreocupadamente. Mientras cantaba, pasó frente a ella una hormiguita, trasladando con mucho esfuerzo un grano de trigo.

–¿Por qué te esfuerzas tanto? ¿Para qué tanto trabajar en un día caluroso? Siéntate, descansa, ¡disfruta de la vida!

–Estoy juntando alimento para el invierno –contestó la fatigada hormiguita–, no hay tiempo que perder.

–¡Qué hormiga aburrida! –pensó la cigarra y siguió cantando canciones.

Los días de verano fueron pasando, y la cigarra veía cómo la hormiguita seguía trabajando incansablemente. Y así terminó el verano y llegaron los días fríos de otoño, y luego llegó el invierno. Ya no había más comida al alcance de la mano. La nieve lo cubría todo. Temblando, la cigarra no tenía ningún hogar donde estar abrigada. El verano había terminado y ella no había previsto un refugio para los días fríos. Además, ¡tenía tanta hambre!

Mientras vagaba de un lado a otro buscando algo qué comer, la cigarra pasó frente al hormiguero donde vivía la hormiguita trabajadora. La vio calentita, descansando y comiendo el trigo que había juntado durante el verano. Pobre cigarra. ¡Qué tarde aprendió la lección!

Contesta con sinceridad: ¿Con qué personaje de esta fábula te sientes identificado? Vuelve a leer el versículo para hoy. En la Biblia, se insta a las personas como la cigarra, a los perezosos, a ver a la hormiga. ¿Sabes cómo se llama a estos perezosos en otros versículos de la Biblia? “Necios”. Y lo más triste con los necios es que desperdician el tiempo en cosas sin valor.

Tú tienes la ventaja de ser niño, y si aprendes desde ahora a no desperdiciar el tiempo y a hacer cada cosa en su tiempo, serás un adulto de excelencia, como la hormiguita. Créeme que en muchos trabajos, las personas que no desaprovechan el tiempo sobresalen del resto, y son las elegidas a la hora de pensar en puestos de trabajo de más responsabilidad e importancia. Suena bien, ¿no? Entonces, ¡sé como la hormiga y usa bien tu tiempo desde ahora! Gabriela

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