22 de Enero – No hay tiempo – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Marta, que estaba atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te preocupa nada…

 22 de Enero – No hay tiempo – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Marta, que estaba atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te preocupa nada que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude»» Lucas 10:40.

Somos parte de una generación que no tiene que ir a lavar al río ni planchar con pesadas planchas de hierro calentadas con carbón al fuego. La mayoría de nosotras no tenemos que ir al campo a cortar leña para el fogón; tampoco tenemos el inconveniente de caminar largas distancias para llegar a un sitio, pues la tecnología nos ha hecho más liviano el trabajo. Ahora basta con echar una «carga» de ropa a la lavadora, añadir detergente y suavizante y programarla de acuerdo a la necesidad, y la máquina hará su función. Basta con apretar un botón de la licuadora y el contenido en breve estará triturado. Basta con conectar el cable de la plancha a la electricidad y ajustar la temperatura, para quitarle las arrugas a la ropa. Y solo necesitamos un cerillo para tener fuego en la estufa; en algunas, ni eso. Todos estos objetos fueron inventados para hacernos más fácil y rápido el trabajo y, por lógica, debiera sobrarnos tiempo; pero, irónicamente, no es así. La carrera acelerada en la que nuestra sociedad está inmersa pone en boca de todas nosotras la frase: «No tengo tiempo».

Algo similar pasaba con Marta aquella mañana en la que Jesús llegó a su hogar. Jesús era su amigo, pero ella no tenía tiempo de prestarle atención porque creía que era más importante preparar la comida para atender a sus huéspedes. Ante la queja contra su hermana, Jesús pronunció un breve, pero certero discurso sobre lo que en realidad deberíamos hacer: «Marta, Marta, estás preocupada y te inquietas por demasiadas cosas, pero solo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la va a quitar» (Lucas 10: 41-42). Ciertamente, Marta estaba ocupada en actividades para Jesús, pero eso no era en realidad lo importante.

¿Cuántas veces hemos actuado como ella? Es posible que desempeñemos cargos en la iglesia y que estemos involucradas en diversas actividades y que, a pesar de eso, no estemos pasando tiempo con Jesús escudriñando su Palabra. Quizás tus mañanas se han vuelto tan maratónicas contra el reloj que «no hay tiempo» para el culto familiar, mucho menos para el estudio personal. Querida amiga, la mejor parte siempre será pasar tiempo a los pies de Jesús. Aparta cada día un tiempo especial para platicar con él a través de la oración y el estudio de la Santa Biblia.

Posdata: Feliz tiempo con Jesús.

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