24 de Julio – Una telaraña – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Porque es frágil su confianza, y una tela de araña su seguridad” (Job 8:14). Todavía la tenía en sus manos,…

 24 de Julio – Una telaraña – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Porque es frágil su confianza, y una tela de araña su seguridad” (Job 8:14).

Todavía la tenía en sus manos, a salvo. La amada Biblia no sería parte de aquella hoguera. Pero por esa condenable razón estaba huyendo por las montañas y ocultándose en cuevas. Podía sentir las voces y los pasos… ¡Qué hacer si revisaban cada gruta y grieta! Aquel hijo de Dios oró con fervor: “Señor, sálvame, y preserva tu Palabra para que muchos te conozcan”. Esto sucedía en la época en que tener un ejemplar de las Escrituras era casi imposible. Se necesitaba el sueldo de dos años de trabajo para poder adquirir uno.

En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que estaba, y vio aparecer una arañita. El pequeño arácnido empezó a tejer una telaraña en la entrada. Paciente pero constantemente. Sin interrupciones, los hilos suaves y delgados iban tomando forma… cada vez a mayor velocidad.

Los perseguidores, ansiosos de venganza, no dejaban lugar sin recorrer. Aquella cueva era pequeña, ¡y pronto lo encontrarían! Estaban cada vez más cerca… Sus voces se oían claramente y también su agitado respirar, que se confundía con los latidos del perseguido. Si sus súplicas silenciosas al Cielo se hubiesen podido oír seguramente lo habrían encontrado. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva donde se encontraba el hombre, ya la arañita había tapado toda la entrada. Entonces se escuchó esta conversación:

–Vamos, entremos a esta cueva.

–¡Pero no! ¿Acaso no ves que hasta hay telarañas? Nadie ha entrado en esta cueva. ¡Sigamos buscando en las demás!

Así fue como nuestro valiente y fiel joven fue protegido por el Señor, y también la Palabra de Dios fue preservada de las llamas.

Dios se complace en cada acción valerosa y llena de integridad. Muchos por ser leales a su conciencia sí fueron enviados a la hoguera o perseguidos de diferentes formas. Por ejemplo, pensemos en los mártires. A mí me encanta pensar que el Señor inhibía su sentido del tacto para que no sufrieran. ¿Acaso no cantaban en esos momentos tan difíciles?

Nunca temas, porque la protección divina es segura. El Sustentador del universo, quien tiene todos los mundos a su disposición, a quien todos los ángeles obedecen, también puede usar aun una simple arañita para cuidarte. Siempre que estés de parte de Jesús, en acción y decisión, Dios estará contigo también. ¡Sé valiente en el Señor! Mirta

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