27 de marzo – Una torta cruda por un lado – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín es como torta no volteada» (Oseas 7: 8). No dije malas…

 27 de marzo – Una torta cruda por un lado – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús

«Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín es como torta no volteada» (Oseas 7: 8).

No dije malas palabras, ni siquiera me expresé mal de otras personas, simplemente dije algo que no diría si me hubiera dado cuenta de que mi amigo estaba haciendo una transmisión por la red social. En seguida

le pedí que lo borrara», me dijo Shoshana mientras lloraba y continuó. «Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba viviendo una doble persona- lidad: era una cuando todos me veían y era otra cuando pensaba que no podían verme o escucharme. Aquello no tuvo consecuencias para otros, pero sí las tuvo para mí. Desde ese día trato de ser auténtica», concluyó la joven, mientras yo le pasaba un pañuelo para secar sus lágrimas.

Al tener esta conversación, vino al pensamiento el texto de hoy. Una torta a medio cocer, es decir, por un lado, está presentable y bien cocida, mientras que por el otro está cruda y no agradable. Una torta así no se puede comer. En la antigüedad, una torta era un pan delgado y redondo que era cocido sobre cenizas o piedras calientes. Por ser tan delgado había que voltearla con rapidez, pues de lo contrario se quemaba de un lado y por el otro quedaba cruda.

Así fue como Dios llamó a Efraín, torta media cocida, porque debido a su fe vacilante y su entrega a medias llevaban una vida doble. En ocasiones somos similares a Efraín, pues por lo general mostramos ante los demás la parte bonita de nosotros mientras escondemos la parte cruda y fea. Dejamos ver únicamente nuestras virtudes mientras disfrazamos nuestros defectos.

Por naturaleza el ser humano nace con su dosis de pecaminosidad, de egoísmo, de mentira y a medida que vamos creciendo vamos maquillando esos defectos y nos convertimos en diplomáticas, pero no en auténticas, hijas de Dios. Lo sé porque lo que hizo Shoshana, en más de una ocasión todas lo hemos hecho para mostrar nuestro lado cocido, nuestra cara bonita.

¿Qué hacer entonces? —pensé—, ¿es posible ser auténtico? La respues- ta no se hizo esperar. ¡Claro que es posible! Y para eso hay que tener el valor de reconocer que un lado de nosotras no está cocido y enmendarlo. Recuerda que en realidad seremos salvas, no por lo que somos cuando nos observan, sino por lo que realmente somos cuando solo Dios nos ve. La buena noticia es que en él seremos auténticas cristianas.

#pdfelizporseraunténtica

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *