30 de Mayo – Apenas un toque – Nuestro Pan Diario Para Niños

Apenas un toque 30 DE MAYO [La mujer] decía:«Si alcanzo a tocar aunque sea su manto, me sanaré».MARCOS 5:28 Jesús…

 30 de Mayo – Apenas un toque – Nuestro Pan Diario Para Niños

Apenas un toque

30
DE MAYO

[La mujer] decía:
«Si alcanzo a tocar aunque sea su manto, me sanaré».
MARCOS 5:28

Jesús acababa de calmar una tormenta en el mar y sus discípulos estaban maravillados. Cuando bajaron del barco, una gran multitud se juntó a su alrededor. Un importante líder judío se postró a los pies de Jesús y le pidió que sanara a su hija, que estaba muy enferma, así que Jesús fue con él.

La multitud siguió a Jesús, y cada vez se juntaba más gente. Había tantas personas que al Señor le costaba abrirse paso. De repente, se detuvo. «¿Quién tocó mi ropa?», preguntó Jesús.

Los discípulos pensaron que era una pregunta extraña, y respondieron: «Hay muchísima gente que te empuja y se amontona contra ti». Pero Jesús siguió buscando a la persona que lo había tocado. Al rato, temblando de miedo, una mujer confesó que había sido ella.

Hacía doce años que estaba enferma y sufría. Había visto a muchos doctores, y probado de todo para sanarse, pero nada la había ayudado. Cuando escuchó sobre Jesús y su poder para sanar, pensó: «Si alcanzo a tocar aunque sea su manto, me sanaré». Se abrió paso entre la multitud y tocó la ropa de Jesús. De inmediato, ¡quedó sana!

Como Jesús sintió que salía de Él poder para sanar, se dio vuelta y buscó a la mujer.
Cuando ella le contó su historia, el Señor respondió: «Querida mujer, estás sana porque creíste. Vete en paz. Tu sufrimiento se acabó».

El poder de Jesús es el mismo hoy. A veces, sana a las personas, como a esta mujer que tocó su ropa. Pero otras veces, muestra su poder dándoles fuerza a las personas para soportar la enfermedad. Un día, todos los que creen en Jesús vivirán en el cielo y estarán completamente sanos. —TM

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Lee Marcos 5:35-43.
¿Qué le sucedía a la hija del jefe de la sinagoga?

DATO DIVERTIDO

Jesús probablemente usaba algo llamado jalug.
Era como una túnica hecha de un rectángulo de tela, con un hueco en el medio para pasar la cabeza.

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