- enero 31, 2025
31 de Enero – ¿Piromanía lingual? – Devoción Matutina 2025 para Damas | Amanecer con Jesús
«Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende…
«Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Santiago 3: 5).
Eran las 10:30 de la mañana del 31 de enero cuando más de 100 trabajadores hacían el mantenimiento del Liceo de Barcelona mientras los niños de una escuela hacían un recorrido por el teatro. Repentinamente, una chispa del soldador cayó sobre las cortinas, que al instante comenzaron a arder. Trozos de estas cayeron a la alfombra, quien también compartió su fuego con las butacas. De nada sirvieron los extintores, ni las mangue-ras de los bomberos; nada fue suficiente para controlar el fuego. En pocas horas, las llamas habían alcanzado los 70 metros de altura y acabado con el edificio. Escombros y fierros retorcidos fue lo que quedó de aquel majestuoso teatro.
Cuánto daño puede llegar a causar una sola chispa, ¿verdad? Bien lo dijo el apóstol Santiago en su carta, «qué bosque tan grande puede incendiar un fuego pequeño». Es posible que en aquel tiempo ya existieran los incendios forestales, y no tenía mejor comparación que el fuego para la lengua. Directa o indirectamente, todas hemos estado involucradas con problemas que han sido causados por una pequeña chispa; es decir, un pequeño comentario que parecía inofensivo, una palabra inadecuada, una respuesta acalorada que al contacto con un receptor «leña» comienza un ardiente fuego capaz de destruir amistades, familias, negocios y hasta matrimonios. Todo como consecuencia de no haber refrenado la lengua en el momento correcto.
En ocasiones, al igual que en el Liceo de Barcelona, los intentos por apaciguar el problema no dan resultado, y volver al pasado para no iniciar el fuego es totalmente imposible. ¿Qué hacer, entonces? La buena noticia hoy es que tenemos un gran ejemplo a seguir en Jesús. Cuando leemos los evangelios, nos damos cuenta de que en diversas ocasiones fue provocado por sus rivales y él siempre tuvo la respuesta correcta ante las agresiones.
Si tenemos la tendencia a ser «chispa» o «leña» durante una conversación, es momento de contemplar al Maestro y aprender de su bondad y su mansedumbre. Cuidemos los programas televisivos que vemos, las letras de la música que oímos y las palabras de los libros que leemos, ya que estos son una fuerte influencia en nuestra forma de pensar y de actuar. Mantén tu mente despejada para poder oír con claridad la voz del Espíritu Santo que siempre está dispuesto a poner en nuestros labios palabras que dan vida.
#pdfelizporlaspalabrascorrectas
