7 de Junio – Una historia de perdón – Nuestro Pan Diario Para Niños
Una historia de perdón 7 DE JUNIO Entonces se le acercó Pedro y le dijo: «Señor, si mi hermano peca…
Una historia de perdón
7
DE JUNIO
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: «Señor, si mi hermano peca contra mi,
¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús le dijo: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete».
MATEO 18:21-22
Pedro hizo una pregunta sobre el perdón, así que Jesús le contó una parábola.
En la historia, un rey quería recolectar el dinero que le debían sus siervos. Un siervo le debía muchísimo, pero no podía pagarle. El rey decidió que lo mejor era vender al siervo junto con su familia y sus posesiones para recuperar su dinero. Sin embargo, el siervo le rogó al rey: «Por favor, tenga paciencia. Le pagaré todo lo que le debo». El rey sintió lástima por el hombre y lo dejó ir.
Más adelante, el mismo siervo descubrió que un hombre le debía un poco de dinero.
Fue y le gritó: «¡Devuélveme todo lo que me debes!». El pobre hombre cayó de rodillas y rogó: «Por favor, ten paciencia. Te pagaré todo lo que te debo». Pero el siervo al que el rey había perdonado no quiso perdonar al otro hombre. Le dijo al juez que lo arrojara en la prisión.
Cuando el rey se enteró de esto, se enojó muchísimo. Llamó a su siervo y le dijo:
«Me rogaste que perdonara tu deuda y lo hice. ¡Tendrías que haber perdonado al otro hombre de la misma manera que yo te perdoné!». Entonces, el rey puso al siervo en la cárcel hasta que pudiera pagar su deuda.
Jesús contó esta historia para ayudarnos a entender lo importante que es perdonar.
El rey es como Dios. Cuando le pedimos al Señor que nos perdone, Él lo hace; no importa cuán grandes sean nuestros pecados. Nosotros somos como el siervo del rey.
Cuando alguien nos pide perdón, tenemos que perdonar como Dios nos perdonó. —TM
LEER MÁS
Lee Lucas 17:3-4.
¿Cuántas veces tengo que perdonar a alguien en un día?
DATO DIVERTIDO
La palabra perdonar viene de dos palabras latinas que significan «para dar». Por gracia de Dios, ¡podemos darles a los demás nuestro perdón!
