9 de Octubre – Abre tu corazón a la grandeza – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el…

 9 de Octubre – Abre tu corazón a la grandeza – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9:35, NVI).

Adivina, adivinador: “Puedo ser chiquita como un ratón, pero guardo la casa como un león. Doy vueltas y no soy tiempo y si no me cuidan, me pierdo. Adivina mi nombre y sabrás lo importante que soy”. ¿Adivinaste? ¡Sí, es la llave! A simple vista no tiene nada especial. Es una pieza metálica alargada y dentada que se introduce en la cerradura y gira para abrir objetos o lugares. Las hay para todos los usos, tamaños y formas.

¿Cuál llave crees que es la más importante? Bueno, si tu papá necesita el auto para llevarte a la escuela, creo que esa sería más importante. Si te vas de vacaciones y quieres abrir el pequeño candado de tu maleta, esa sería la más importante. ¿Y si quieres entrar a tu casa? Entonces, ¿crees que vale la pena discutir sobre cuál es la llave más importante? ¡Por supuesto que no! No hay una llave más importante que otra; todas cumplen la misma función, y se convierten en la más importante cuando es una llave que necesitamos.

Con nosotros pasa algo similar. ¿Has oído alguna vez discutir a las personas por quien es más importante? Los discípulos un día discutían entre ellos sobre esto. Al escucharlos, Jesús se paró y con una mirada fija les preguntó: “¿Cuál es el tema de su discusión?” Los discípulos bajaron la mirada y se quedaron en silencio. Estaban avergonzados porque sabían que la discusión no valía la pena, pero seguían teniendo la duda. ¿Cuál de ellos era el más importante?

Jesús buscó un lugar cómodo y los hizo sentar. Cuando estuvieron atentos, hizo esta aclaración: “Si alguno quiere ser el más importante, debe ser el que sirva a todos”. ¡Oh, no! Imagínate la cara de los discípulos. Eso no era lo que querían escuchar. Ellos querían saber si su nombre era el más importante, si alguno obtendría una posición de privilegio, pero a cambio tuvieron que entender que si alguien quería ser importante debía servir a los demás.

Tengo un llavero con muchas llaves, pero hay una que no se encuentra aquí: es la llave de la grandeza. A veces pensamos que ser importante es ser el primero, el más lindo, el más inteligente. Pero Jesús dijo que lo más importante es servir a los demás. De eso se trata la verdadera grandeza. Magaly

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