9 de Octubre – Una sanidad diferente – Nuestro Pan Diario Para Niños
Una sanidad diferente 9 DE OCTUBRE Le llevaron allí a un sordo y tartamudo, y le rogaban que pusiera la…
Una sanidad diferente
9
DE OCTUBRE
Le llevaron allí a un sordo y tartamudo, y le rogaban que pusiera la mano sobre él.
MARCOS7:32
Jesús estaba caminando por la ciudad de Tiro, sobre la costa del mar Mediterráneo, hasta el mar de Galilea. En el extremo del mar, se encontraba un lugar llamado Decápolis.
Mientras Jesús estaba allí, le llevaron a un hombre que necesitaba sanidad. El hombre era sordo y, como no podía escuchar, le costaba mucho hablar. Sus amigos le rogaron a Jesús que lo sanara.
Jesús llevó al hombre lejos de la multitud, e hizo algo extraño. Primero, puso sus dedos sobre los oídos del hombre. Después, escupió sobre su dedo y le tocó la lengua.
Jesús miró al cielo, suspiró profundamente y dijo: «¡Efata!». Esto significa: «¡Ábrete!». Apenas lo hizo, ¡el hombre pudo escuchar! La lengua empezó a funcionarle bien y podía hablar con claridad.
Los amigos del hombre vieron lo que el Señor había hecho. El les dijo que no hablaran con nadie sobre el milagro, pero cuanto más se los decía, ellos más lo contaban por todas partes. La gente se maravillaba del poder de Jesús. «El arregló todas las cosas —decían—.
Hace oír a los sordos. Les da una voz nueva a los que no pueden hablar».
Jesús sanó a este hombre de una manera diferente. A veces, hablaba y las personas se sanaban. Otras veces, tocaba a la gente para sanarla, ¡y algunos lo tocaban a Él para sanarse! Hoy, Dios puede usar a los médicos y la medicina. O quizá decida darnos la fuerza para atravesar una enfermedad en lugar de sanarnos. En esos momentos, la gracia de Dios es suficiente para ayudarnos en nuestro dolor. No importa lo que decida hacer, pero el Señor siempre muestra su poder. —TM
LEER MÁS
Lee Marcos 5:18-20.
¿Qué le dijo Jesús a este hombre que hiciera después de sanarlo? ¿Adónde fue el hombre?
DATO DIVERTIDO
La lengua tiene muchas tareas importantes. Además de ayudarnos a hablar, nos permite saborear y sentir texturas. La lengua ayuda al cuerpo a empezar la digestión antes de que la comida llegue al estómago.
