Un término muy usado hoy es resiliencia. Surgió en la metalurgia y se refiere a la capacidad de los metales de resistir impactos y recuperar su estructura. También se usa en la osteología, para mostrar la capacidad que tienen los huesos de crecer correctamente después de una fractura. Esta es una manera de explicar lo que les sucede a las personas que son heridas por situaciones tristes y negativas, pero que desarrollan la capacidad de reaccionar y recuperarse ante las adversidades, y eso les permite sobreponerse luego de haber vivido traumas, estrés extremo o experiencias muy fuertes.
Claudia nació y, luego de un tiempo, fue abandonada por sus padres. Pasó por catorce orfanatos y sufrió soledad, injusticias, rechazo y discriminación. Creció sola. Pero al terminar la Secundaria decidió dar un vuelco a su situación y ser una triunfadora, una mujer profesional e independiente. Así, comenzó a trabajar y a estudiar al mismo tiempo, y aunque ha sido difícil para ella, está terminando su carrera con éxito. Es muy alegre y responsable en todo. Se siente bendecida de tener buenas amigas y un perro al que ama muchísimo.
A esto se le llama resiliencia: desarrollar la capacidad de lograr tus metas y superarte a pesar de las circunstancias… aunque te sucedan cosas tristes como la separación de tus padres, el rechazo, las acusaciones injustas y quizás peores cosas. Llora, expresa tu rabia, tristeza o desilusión, pero luego lávate la cara, respira profundo y con perseverancia sigue adelante con un espíritu fuerte confiando en que Jesús está contigo aun en los problemas.