Viernes 29 de septiembre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR

EFESIOS EN EL CORAZÓN “Porque por gracia han sido salvados por la fe. Y esto no proviene de ustedes, sino…

 Viernes 29 de septiembre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR

EFESIOS EN EL CORAZÓN

“Porque por gracia han sido salvados por la fe. Y esto no proviene de ustedes, sino que es el don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe; porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, que Dios de antemano preparó para que anduviésemos en ellas” (Efe. 2:8-10).

Viernes: 29 de septiembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Concluimos reflexionando sobre Efesios 6, donde descubrimos que nosotros, la iglesia, somos el ejército de Dios que hace la paz.

En Efesios, Pablo describe a la iglesia como el cuerpo de Cristo (Efe. 1:22, 23; 4:11–16), como el templo de Dios (Efe. 2:19–22) y como la novia/esposa de Cristo (Efe. 5:21–33). En Efesios 6:10 al 20, Pablo define a la iglesia como el ejército de Dios y ofrece un vigoroso llamado a la acción. Es un pasaje que ofrece muchos beneficios y corre el riesgo de ser malinterpretado.

Podríamos malinterpretar las palabras de Pablo como un llamado a empuñar armas militares literales o a ser combativos en nuestras relaciones con los demás. Sin embargo, Pablo ha venido insistiendo en la unidad, la palabra que edifica y la benignidad (ver especialmente Efe. 4:25–5:2). Describe las buenas nuevas de Dios como “el evangelio de la paz” (Efe. 6:15). Mediante esta vívida metáfora militar, no exhorta a la iglesia a hacer guerra en el sentido tradicional; más bien, debemos librar la paz en la batalla espiritual contra el mal. Pablo entra al campo de batalla del Gran Conflicto y nos llama a alistarnos en el ejército de Dios.

Deberíamos hacer esto con una opinión realista del enemigo, ya que nunca sobrestimaremos lo suficiente las fuerzas desplegadas contra nosotros. No nos enfrentamos solo a enemigos humanos, sino a “fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efe. 6:12, NVI) dirigidas por un general astuto, el diablo (Efe. 6:11). Sin embargo, no debemos dejarnos intimidar por nuestros enemigos. Dios está presente con nosotros en la batalla (Efe. 6:10) y nos proveyó las armas más nobles: su propia armadura, la “armadura de Dios” (Efe. 6:11; comparar con Isa. 59:15–17). Ha puesto a nuestra disposición la verdad, la justicia, la paz, la fe, la salvación y el Espíritu (Efe. 6:13–17). Si Dios va delante de nosotros y estamos pertrechados de pies a cabeza con la armadura que él nos proveyó, no podremos fallar. La victoria está garantizada.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Aunque no nos salvamos por nuestras obras, ¿qué quiere significar Pablo cuando escribe que fuimos “creados en Cristo Jesús para buenas obras, que Dios de antemano preparó para que anduviésemos en ellas” (Efe. 2:10)? ¿Cuál es, entonces, el propósito de nuestras buenas obras?

  2. Pablo escribe: “A aquel que es poderoso para hacer infinitamente más que todo cuanto pedimos o entendemos, por el poder que actúa en nosotros” (Efe. 3:20). ¿Qué poder actúa en nosotros, y cómo debe manifestarse este poder en nuestra vida?

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