Todos sabemos que deberíamos ser humildes, pero la verdad es que no es algo tan fácil. Hoy quisiera que aprendas que la humildad es una elección; tú puedes y debes elegir ser humilde en cada momento. Analizaremos cuál es la humildad que a Dios le agrada y algunas formas prácticas de vivirla de manera práctica.
Cuando converses con Jesús no le hables con arrogancia o insolencia. Muchos oran pensado que Dios es como un “Papá Noel” que debe darles todo lo que le piden o responder sus oraciones como ellos quieren. Ora respetuosamente, sabiendo que él es el Rey de reyes, el Creador del universo.
Confiesa a Dios tus pecados en cuanto te des cuenta. Sé capaz de reconocer tus errores.
Perdona rápidamente. No es bueno guardar rencor.
Cuando te tratan injustamente, sé callado, paciente y no te vengues. Haz lo que hizo Jesús cuando los malvados lo acusaron y maltrataron. Él permaneció en silencio.
Busca maneras de servir a otros en lugar de ser servido.
Acepta con calma la corrección de tus padres o profesores.
Busca ser amigo de un niño que se vea solitario o que los demás rechazan. Levanta la basura cuando la veas en el piso, deja limpio el lugar donde estuviste,