Hoy te contaré acerca de una dama excepcional. Descubre por qué su vida es un ejemplo de lealtad y compromiso. Un 7 de noviembre, María nació en Polonia. Desde pequeña, tuvo que luchar para abrirse paso en la vida.
María asistió a una universidad clandestina, la única que admitía mujeres. Pero tanto ella como su hermana querían aprender. Años después, ambas viajaron a París. Allí, las hermanas hicieron un pacto. María trabajaría primero para que Bronislawa pudiera estudiar, y luego, sería a la inversa. Todo el tiempo de su estudio fue muy sacrificado. María sufrió mucho frío, y a veces se desmayaba de hambre. Finalmente, comenzó a trabajar en lo que ella amaba: física y química. En el laboratorio conoció al científico Pierre Curie. Cuando Pierre le propuso matrimonio, María no aceptó al comienzo, ya que quería regresar a su país de origen. Pero Pierre se mostró leal a su amor, y declaró que la seguiría a Polonia aún si esto significaba para él dejar el mundo científico y dedicarse a enseñar francés. Finalmente, María se transformó en Marie Curie, al casarse con Pierre.
Juntos, Marie y Pierre dedicaron su vida a investigar los elementos químicos que hoy hacen posibles los rayos X. Marie tuvo que luchar para hacerse respetar como una profesional, ya que el mundo científico estaba completamente dominado por hombres. Sin embargo, fue la primera mujer en ganar un premio Nobel, la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París, y la primera persona en ganar dos premios Nobel en distintas especialidades: física y química.