Martes 16 de julio – EL SEÑOR DEL SÁBADO – CONTROVERSIAS
CONTROVERSIAS “También les dijo: ‘El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Así, el Hijo…
CONTROVERSIAS
“También les dijo: ‘El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Así, el Hijo del hombre es también Señor del sábado’ ” (Mar. 2:27, 28).
Martes: 16 de julio
EL SEÑOR DEL SÁBADO
En Marcos 2:23 y 24, los fariseos acusan a los discípulos de quebrantar el sábado. La tradición judía prohibía 39 formas de trabajo durante el sábado. Estas incluían, según los fariseos, lo que los discípulos habían hecho.
Lee Marcos 2:23 al 28. ¿Cómo contrarresta Jesús la acusación esgrimida por los fariseos?
Marcos 2:23-28
23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. 24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposolo que no es lícito? 25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? 27 También les dijo: El día de reposofue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
Jesús responde con la historia de cuando David comió los panes de la proposición (1 Sam. 21:1-6). Los panes de la proposición eran reemplazados durante el sábado. Por lo tanto, el viaje de David pudo bien haber sido una huida de emergencia ese mismo día. Jesús argumenta que si era justificado que David y sus hombres comieran de los panes de la proposición en sábado, entonces estaba justificado que sus discípulos recogieran granos y los comieran en ese día.
Jesús indica además que el sábado fue creado para beneficio de la humanidad, no a la inversa, y que el fundamento de tal aseveración es que él es Señor del sábado.
Lee Marcos 3:1 al 6. ¿Cómo ilustra esta historia el punto de Jesús de que el sábado fue hecho para la humanidad?
Marcos 3:1-6
1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
Jesús vuelve a tener una controversia acerca del sábado con los dirigentes religiosos. (Nota, sin embargo, que la controversia nunca es acerca del sábado en sí). Los dirigentes religiosos quieren acusar a Jesús si sana en sábado. Jesús no rehúye la confrontación con ellos. Él establece un contraste entre hacer lo bueno y hacer lo malo, entre salvar la vida y quitarla. La respuesta a su pregunta es obvia; hacer el bien y salvar la vida es mucho más apropiado como actividad sabática.
Jesús procede a sanar al hombre, lo que enfurece a sus oponentes, quienes inmediatamente empiezan a planificar su muerte. La ironía de la historia radica en que quienes procuran sorprender a Jesús quebrantando el sábado estaban transgrediendo el sábado al maquinar su muerte en ese mismo día.
¿Qué principios acerca de la observancia del sábado puedes extraer de estas historias y de los desafíos que enfrentamos en nuestros días para guardarlo?
Comentarios Elena G.W
Al apartarse los judíos de Dios, y dejar de apropiarse la justicia de Cristo por la fe, el sábado perdió su significado para ellos. Satanás estaba tratando de exaltarse a sí mismo, y de apartar a los hombres de Cristo, y obró para pervertir el sábado, porque es la señal del poder de Cristo. Los dirigentes judíos cumplían la voluntad de Satanás rodeando de requisitos pesados el día de reposo de Dios. En los días de Cristo, el sábado había quedado tan pervertido, que su observancia reflejaba el carácter de hombres egoístas y arbitrarios, más bien que el carácter del amante Padre celestial. Los rabinos representaban virtualmente a Dios como autor de leyes cuyo cumplimiento era imposible para los hombres… Era obra de Cristo disipar estos conceptos falsos (El Deseado de todas las gentes, p. 250).
Los maestros judíos se jactaban de su conocimiento de las Escrituras, y la respuesta de Cristo implicaba una reprensión por su ignorancia de los sagrados escritos. «¿Ni aun esto habéis leído —dijo— qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió… los cuales no era lícito comer, sino a solos los sacerdotes?» «También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado». Lucas 6:3, 4; Marcos 2:27, 28…
Si estaba bien que David satisficiese su hambre comiendo el pan que había sido apartado para un uso santo, entonces estaba bien que los discípulos supliesen su necesidad recogiendo granos en las horas sagradas del sábado…
Si estaba bien que David satisficiese su hambre comiendo el pan que había sido apartado para un uso santo, entonces estaba bien que los discípulos supliesen su necesidad recogiendo granos en las horas sagradas del sábado (El Deseado de todas las gentes, pp. 251, 252).
No puedo instar demasiado a todos los miembros de nuestras iglesias, a todos los que son verdaderos misioneros, a todos los que creen el mensaje del tercer ángel, a todos los que apartan su pie del sábado, para que consideren el mensaje del capítulo 58 de Isaías. La obra de beneficencia ordenada en dicho capítulo es la que Dios requiere que su pueblo haga en este tiempo. Es obra señalada por él. No nos deja en duda en cuanto a dónde se aplica el mensaje, y al momento de su cumplimiento señalado, porque leemos: «Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar». Vers. 12. El monumento recordativo de Dios, el sábado o séptimo día, recuerdo de la obra que hizo al crear el mundo, ha sido desplazado por el hombre de pecado. El pueblo de Dios tiene una obra especial que hacer para reparar la brecha que ha sido abierta en su ley; y cuanto más nos acercamos al fin, más urgente se vuelve esta obra. Todos los que amen a Dios demostrarán que llevan su sello observando sus mandamientos (El ministerio de la bondad, pp. 37, 38).