Domingo 11 de agosto – VIENDO CLARAMENTE – INSTRUYENDO A LOS DISCÍPULOS: PARTE 1

INSTRUYENDO A LOS DISCÍPULOS: PARTE 1 “Luego Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: ‘Si…

 Domingo 11 de agosto – VIENDO CLARAMENTE – INSTRUYENDO A LOS DISCÍPULOS: PARTE 1

INSTRUYENDO A LOS DISCÍPULOS: PARTE 1

“Luego Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame’ ” (Mar. 8:34).

Domingo: 11 de agosto

VIENDO CLARAMENTE

Lee Marcos 8:22 al 30. ¿Por qué necesitó Jesús dos toques para sanar al hombre ciego? ¿Qué lecciones surgen de este relato?

Los evangelios reportan el caso de varias personas ciegas curadas por Jesús. Además de este pasaje de Marcos 8, la sanación del ciego Bartimeo se reporta en Marcos 10:46 al 52 (Mateo se refiere a dos ciegos [Mat. 20:29-34]) y Juan 9 narra la historia de la curación efectuada por Jesús en favor de un ciego de nacimiento enviado a lavarse en el estanque de Siloé.

Pero esta historia de Marcos 8 es singular, ya que solo aparece allí y es el único milagro de Jesús que requiere dos acciones para producir salud perfecta. Como parte de la historia, un detalle conmovedor es que Jesús toma al hombre de la mano y lo conduce fuera del poblado. Uno puede percibir su simpatía por la limitación del hombre. Pero ¿por qué dos toques? Aunque este es el único de sus milagros que incluye dos acciones, eso no implica una falta de poder de parte de Jesús. En lugar de ello, se trata probablemente de una parábola actuada; es decir, de una acción destinada a ilustrar el hecho de que la percepción espiritual a veces requiere cierto tiempo para desarrollarse. Esta interpretación se ve corroborada por el patrón literario de esta sección de Marcos, donde la instrucción dada a los discípulos acerca de sus futuras muerte y resurrección tiene la curación de un hombre ciego al comienzo y al final. La restauración de la visión llega a ser así una metáfora acerca del discipulado perspicaz.

Los docentes aman las preguntas. Estas son a menudo la llave para abrir o desbloquear el entendimiento de un estudiante. En este pasaje de Marcos 8 se encuentra el punto de inflexión del libro. Tres características confirman esta aseveración. Primero, Jesús interroga a sus discípulos acerca de su identidad, algo que no había hecho hasta este punto. Segundo, Pedro es la única persona no endemoniada que declara que Jesús es el Mesías. Tercero, inmediatamente después de esta revelación acerca de quién es Jesús, él comienza a explicar adónde se encamina: a la Cruz.

¿Por qué pide Jesús a sus discípulos que no digan a nadie que él es el Mesías? Parece algo ilógico para el establecimiento del Reino de Dios. Sin embargo, la palabra “mesías” tenía en los días de Jesús una connotación de derrocamiento del Gobierno romano. Jesús no había venido para ser esa clase de mesías; de allí su llamado al silencio acerca de su identidad.

¿Qué nos enseña esta historia acerca de algunos momentos en los que es importante no decir ciertas cosas, sin importar cuán ciertas puedan ser?

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