Viernes 25 de octubre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – TESTIGOS DE CRISTO COMO MESÍAS

TESTIGOS DE CRISTO COMO MESÍAS “Jesús respondió: ‘Te aseguro, el que no nace de nuevo no puede ver el reino…

 Viernes 25 de octubre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – TESTIGOS DE CRISTO COMO MESÍAS

TESTIGOS DE CRISTO COMO MESÍAS

“Jesús respondió: ‘Te aseguro, el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios’ ” (Juan 3:3).

Viernes: 25 de octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee en El Deseado de todas las gentes, de Elena G. de White, el capítulo “Nicodemo” (pp. 140-149).

Nicodemo “escudriñó las Escrituras de una manera nueva, no para discutir una teoría, sino para recibir vida para el alma. Empezó a ver el Reino de los cielos cuando se sometió a la dirección del Espíritu Santo […].

“Por medio de la fe, recibimos la gracia de Dios; pero la fe no es nuestro Salvador. No nos gana nada. Es la mano por la cual nos asimos de Cristo y nos apropiamos de sus méritos, el remedio por el pecado. […] El arrepentimiento proviene de Cristo tan ciertamente como el perdón.

“Entonces, ¿cómo seremos salvos? ‘Como Moisés levantó la serpiente en el desierto’, así también el Hijo del Hombre ha sido levantado, y todos los que han sido engañados y mordidos por la serpiente pueden mirar y vivir. ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ (Juan 1:29). La luz que resplandece desde la Cruz revela el amor de Dios. Su amor nos atrae a él. Si no resistimos esa atracción, seremos conducidos al pie de la Cruz arrepentidos por los pecados que crucificaron al Salvador. Entonces el Espíritu de Dios produce, por medio de la fe, una nueva vida en el alma. Los pensamientos y los deseos se sujetan en obediencia a la voluntad de Cristo. El corazón y la mente son creados de nuevo a la imagen de aquel que obra en nosotros para someter todas las cosas a sí. Entonces la Ley de Dios queda escrita en la mente y el corazón, y podemos decir con Cristo: ‘El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado’ (Sal. 40:8)” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 147, 148).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Juan el Bautista vino a preparar el camino para Jesús. ¿Cuán exitoso fue su ministerio, al menos desde una perspectiva humana? Mientras reflexionas sobre tu respuesta, hazte también esta importante pregunta: ¿Cómo defines el “éxito” en las cosas espirituales?

  2. Juan el Bautista expresó luego algunas dudas sinceras (Mat. 11:2, 3; Luc. 7:19). ¿Cuál fue la causa de sus dudas y qué podemos aprender de ellas acerca de cómo mantenernos firmes en nuestra fe?

  3. ¿De qué manera alguien como Nicodemo, un líder de la verdadera iglesia y poseedor de mucho conocimiento, podía ser tan ignorante acerca de lo realmente importante en materia espiritual? ¿Qué lecciones podemos aprender de su situación?

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