- marzo 6, 2025
Jueves 6 de marzo – LÍMITES Y REGLAS – LAS REGLAS DEL CONFLICTO
LAS REGLAS DEL CONFLICTO «El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para…

LAS REGLAS DEL CONFLICTO

«El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo» (1 Juan 3: 8).
Jueves: 6 de marzo
LÍMITES Y REGLAS
El Conflicto Cósmico es principalmente una disputa acerca del carácter de Dios, causada por las falsas acusaciones del Diablo contra la bondad, la justicia y el gobierno de Dios. Es una especie de pleito por el Pacto Cósmico.
Un conflicto así no puede resolverse simplemente con poder, sino que requiere una demostración.
Si se presentan acusaciones graves contra una persona que ocupa una posición de poder, la mejor (y quizá la única) manera de tratar con ellas sería permitir una investigación libre, justa y abierta. Si las acusaciones amenazan a todo el gobierno divino basado en el amor, no pueden simplemente barrerse bajo la alfombra.
¿Qué significa todo esto para nuestra comprensión del Conflicto Cósmico y para nuestra interacción correcta con el problema del mal? ¿Puede Dios romper una de sus promesas? Claro que no. En la medida en que Dios acepta o se compromete a actuar de acuerdo con ciertas reglas, su acción está moralmente limitada. En consecuencia, el mal caerá dentro del dominio temporal del reino de las tinieblas.
Lee Marcos 6: 5 y 9: 29. ¿Cómo muestran estos textos que la acción divina puede estar íntegramente relacionada con factores como la fe y la oración?
Marcos 6: 5
5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
Marcos 9: 29
29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
En ambos relatos parecen existir ciertos límites o reglas de juego relacionados dinámicamente con aspectos como la fe y la oración. En otras partes vemos abundantes pruebas de que la oración marca la diferencia en este mundo al abrir vías para la acción divina que de otro modo no estarían moralmente disponibles. Sin embargo, no debemos cometer el error de pensar que la fe y la oración son los únicos factores. Es probable que haya muchos otros de los que no seamos conscientes.
Esto armoniza con lo que hemos visto anteriormente acerca de las reglas del enfrentamiento entre el bien (Dios) y el mal (el Diablo). Ello explica que puedan ocurrir cosas malas en el dominio temporal del reino de las tinieblas.
Lee Romanos 8: 18 y Apocalipsis 21: 3 y 4. Aunque hay muchas cosas que desconocemos, ¿cómo te ayudan estos textos a confiar en que Dios sabe qué es lo mejor, quiere lo mejor, pondrá fin al mal y dará paso a una dicha eterna?
Romanos 8: 18
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Apocalipsis 21: 3-4
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Comentarios Elena G.W
En el plan divino, Dios no hace nada sin la cooperación del hombre. No compele a la voluntad del hombre. Esta debe ser dada completamente al Señor, de lo contrario el Señor no puede realizar su obra divina que quiere cumplir en el ser humano. Jesús declaró que en un cierto lugar no pudo hacer muchas obras admirables entre la gente, debido a su incredulidad. Quería hacer para ellos en ese lugar precisamente lo que sabía que ellos necesitaban que hiciera, pero no pudo realizarlo porque la incredulidad le cerró el camino. El alfarero no puede modelar y dar forma para honra a lo que nunca ha sido colocado en sus manos. La vida cristiana es una entrega diaria, sumisión y continuo triunfo que gana renovadas victorias cada día. Esto es el crecimiento en Cristo, que da forma a la vida de acuerdo con el modelo divino (A fin de conocerle, p. 56).
Algunas pobres almas que, habiendo sido fascinadas por las palabras elocuentes de los maestros del espiritismo, se entregan a su influencia, más tarde descubren su carácter mortífero y quisieran renunciar a él y huir, pero no pueden. Satanás las retiene por su poder, y no quiere dejarlas en libertad. Él sabe que le pertenecen seguramente mientras se hallan bajo su dominio especial, pero que una vez libres de su poder, nunca las podría inducir a creer ya en el espiritismo, ni a colocarse tan directamente bajo su dominio. La única manera en que estas pobres almas pueden vencer a Satanás, consiste en discernir entre la pura verdad de la Biblia y las fábulas. Al reconocer las exigencias de la verdad, se sitúan donde pueden ser ayudadas. Debieran rogar a aquellos que han tenido experiencia religiosa, y tienen fe en las promesas de Dios, que intercedan en su favor ante el poderoso Libertador. Ello representará un conflicto reñido. Satanás reforzará su contingente de ángeles malos que han dominado a esas personas; pero si los santos de Dios, con profunda humildad, oran y ayunan, sus oraciones prevalecerán. Jesús comisionará a ángeles santos para resistir a Satanás, y este será ahuyentado y su poder sobre los afligidos, quebrantado (Testimonios para la iglesia, t. 1, pp. 307, 308).
Para todos hay esfuerzos, conflictos y abnegación. Nadie escapará de ellos. Debemos recorrer la senda que Jesús recorrió; puede significar lágrimas, pruebas, privaciones, pesar por el pecado, o procurar el dominio de los deseos depravados, del carácter desequilibrado y del temperamento violento. Se requiere un esfuerzo decidido para presentarnos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Comprende a todo el ser. No hay lugar en la mente donde Satanás pueda dominar y realizar sus designios. El yo debe ser crucificado. Hay que realizar una consagración, una sumisión y un sacrificio tan intensos como si se quitara la sangre del corazón.
¿Os apenaría ser abofeteados, despreciados, escarnecidos y calumniados por el mundo? No debería apenaros, porque Jesús nos dijo lo que ocurriría. «Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros». Juan 15:18. El apóstol Pablo, el gran héroe de la fe, testifica: «Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse». Romanos 8:18 (That I May Know Him, p. 280; parcialmente en A fin de conocerle, p. 279).