Diciembre 23 – La ropa más fina y elegante – Virtuosa

«Que su amabilidad sea evidente a todos». El apóstol Pablo. Decíamos ayer que la costumbre de etiquetar a los demás…

 Diciembre 23 – La ropa más fina y elegante – Virtuosa

«Que su amabilidad sea evidente a todos».

Decíamos ayer que la costumbre de etiquetar a los demás nos deshumaniza, y me parece interesante comenzar hoy lanzando y respondiendo la siguiente pregunta: aparte de dejar de etiquetar a los demás, ¿qué otros hábitos podemos adquirir que nos ayuden a “humanizarlos”? Uno de los más eficaces es la amabilidad, y no lo digo yo, lo dice la ciencia y, por supuesto, lo vemos en la Biblia.

Definamos primero qué es exactamente la amabilidad. En pocas palabras, es el hábito de estar pendiente de cómo aligerar la carga de otra persona, de cómo echar una mano allí donde haga falta o de ofrecer un hombro donde llorar. La verdadera amabilidad deriva de tener una visión muy particular de la vida: creer que estamos aquí para conectar con los demás y, a través de esa conexión de corazón a corazón, mostrar el amor y la compasión de Dios por sus criaturas. Es mantener una actitud desinteresada de poner a los demás en primer lugar.

Ahora vayamos a la parte de la ciencia. Las doctoras Shoba Sreenivasan y Linda E. Weinberger han demostrado en sus investigaciones que “ser amables tiene un impacto directo en nuestra salud psicológica y física. De hecho, la amabilidad está indisolublemente ligada a la felicidad y el contentamiento, tanto a nivel psicológico como espiritual”.209

Ellas se preguntaron ¿por qué la amabilidad aumenta nuestra sensación de felicidad? Y respondieron, basadas en la evidencia, que esto sucede porque la amabilidad 1) despierta en nosotros la consciencia de nuestra propia buena fortuna, que nos permite ayudar a otros; 2) promueve la empatía y la compasión, las cuales nos hacen sentir conectados a los demás; 3) nos da deseos de vivir, porque sentimos que somos parte de algo mayor que nosotros mismos; 4) nos vuelve más sociables, ya que nos hace ver que todos nos parecemos más de lo que parece; 5) nos aleja del hedonismo, el egocentrismo y el individualismo, que en absoluto aportan a nuestra felicidad; 6) nos une como seres humanos, y ese sentido de comunidad y pertenencia nos hace sentir bien, pues hemos sido creados como seres sociales.

Motivos válidos, profundos y contundentes, ¿no crees? “Por lo tanto, como escogida de Dios, santa y amada, revístete de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia” (Col. 3:12, NVI). No hay ropa más fina y con más clase.

“Lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad” (Gálatas 5:22).

209 https://www.psychologytoday.com/us/blog/emotional-nourishment/201711/why-random-acts-kindness-matter-your-wellbeing?eml [consultada en enero de 2019].

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