• enero 12, 2024

Enero 12 – LA ORACIÓN ES SIEMPRE OPORTUNA – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA MI VIDA HOY Perseverad en oración, velando en ella con nacimiento de gracias. (Col. 4:2) No…

 Enero 12 – LA ORACIÓN ES SIEMPRE OPORTUNA – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA

MI VIDA HOY

Perseverad en oración, velando en ella con nacimiento de gracias.
(Col. 4:2)

No hay momento ni lugar en que resulte inapropiado elevar una petición al Señor. Nada puede impedirnos elevar “nuestro corazón con espíritu de ferviente oración. Entre las muchedumbres que pululan por las calles y en medio de nuestras ocupaciones, podemos ofrecer una plegaria a Dios e implorar la dirección divina. (CC:101)

No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes y del afán de nuestros quehaceres, podemos ofrecer a Dios nuestras peticiones, e implorar la divina dirección.

Podemos hablar con Jesús mientras andamos por el camino, dice: Estoy a tu diestra. Podemos comulgar con Dios en nuestros corazones; podemos andar en compañerismo con Cristo. Mientras atendemos nuestro trabajo diario, podemos exhalar el deseo de nuestro corazón, sin que lo oiga oído humano alguno; pero aquella palabra no puede perderse en el silencio, ni puede caer en el olvido. Nada puede ahogar el deseo del alma. Se eleva por encima del trajín de la calle, por encima del ruido de la maquinaria. Es a Dios a quien hablamos, y él oye nuestra oración. (OE:271)

Cada petición ferviente por gracia y fortaleza será contestada… Pedid a Dios todas esas cosas que no podéis hacer solos. Contadle todo a Jesús. Exponed abiertamente ante él los secretos de vuestro corazón; porque su ojo escudriña los recintos más íntimos del alma, y lee vuestros pensamientos como si fueran un libro abierto. Cuando hayáis pedido lo que sea necesario para el bien de vuestra alma, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Aceptad sus dones de todo corazón; porqué Jesús murió para que vosotros pudierais poseer los tesoros del cielo, y por último tener morada con los ángeles celestiales en el reino de Dios. (YI, 07-07-1892)

Si encontráis voz y tiempo para orar, Dios hallará tiempo y voz para responder. (RH, 01-04-1890) (17)

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