Enero 17 – RESPONDE A LAS MADRES – Mi Vida Hoy

Los que guardan la ley de Dios contemplan a sus hijos con indefinibles sentimientos de esperanza y temor, y se preguntan qué parte desempeñarán éstos en el gran conflicto que los espera. Ansiosa la madre pregunta: “¿Qué partido tomarán? ¿Qué puedo hacer a fin de prepararlos para desempeñar bien la parte que les corresponda, de manera que reciban la gloria eterna?”

Madres: pesan sobre vosotras grandes responsabilidades… Vosotras podéis ayudarlos a desarrollar caracteres que no se dejarán conmover ni influir hacia el mal, sino que influirán sobre los demás para que obren el bien. Mediante vuestras fervientes oraciones de fe podéis mover el brazo que mueve el mundo…

El Padre de todos no pasa por alto las oraciones de las madres cristianas. . . . El no va a desechar vuestras peticiones, dejándoos a vosotros y los vuestros a merced del zarandeo satánico en el gran día del conflicto final. A vosotras toca trabajar con sencillez y fidelidad, y Dios establecerá la obra de vuestras manos. (RH, 23-04-1889)

La obra de toda la vida llevada a cabo en la tierra es aceptada en los atrios celestiales como una obra bien hecha. Con gozo inenarrable los padres contemplan que sus hijos reciben la corona, el manto y el arpa. … Tal vez la semilla sembrada con lágrimas y oraciones parecía cultivada en vano; pero al fin recogen su cosecha con regocijo. Sus hijos han sido redimidos. (ST, 01-07-1886)

Cuando empiece el juicio y los libros sean abiertos, cuando sea pronunciado el “Bien” del gran Juez, y colocada en la frente del vencedor la corona de gloria inmortal, muchos levantarán sus coronas a la vista del universo reunido y, señalando a sus madres, dirán: “Ella hizo de mí todo lo que soy mediante la gracia de Dios. Su instrucción, sus oraciones, han sido bendecidas para salvación eterna”. (MJ:328) (22)