• enero 24, 2024

Enero 24 – LAS ATESORO EN MI CORAZÓN- Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA MI VIDA HOY Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu…

 Enero 24 – LAS ATESORO EN MI CORAZÓN- Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA

MI VIDA HOY

Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. (Job 22:22)

Es de suma importancia que constantemente escudriñéis las Escrituras, atesorando en la mente las verdades de Dios. Puede, que seáis apartados de la compañía de los cristianos y que os encontréis en un lugar donde no tendréis el privilegio de reuniros con los hijos de Dios. Necesitáis guardar los tesoros de la Palabra divina en vuestro corazón. (BE, 15-10-1892)

En todos los escritos de la revelación hay granos de oro dispersos: los dichos de la sabiduría divina. Si sois prudentes, reuniréis esos preciosos granos de verdad. Apropiaos de las promesas de Dios. Luego, cuando llegue la prueba y la aflicción, esas promesas serán cantarinas manantiales de consuelo celestial. (Carta 25, 1903)

Muchas veces las tentaciones parecen irresistibles, y es porque se ha descuidado la oración y el estudio de la Biblia, y por ende no se pueden recordar luego las promesas de Dios ni oponerse a Satanás con las armas de las Santas Escrituras. Pero los ángeles rodean a los que tienen deseos de aprender cosas divinas, y en tiempos de gran infortunio traerán a su memoria precisamente las verdades que necesitan. Así que, “cuando viniere el adversario, cual avenida de aguas, el Espíritu de Jehová alzará bandera contra él.” (CS:658)

El corazón que ha acumulado las preciosas verdades de Dios está fortalecido contra la tentación de Satanás, contra los pensamientos impuros y las acciones profanas. (YI, 28-07-1892)

Ateneos a las Escrituras. Cuanto más las escudriñéis y las expliquéis, tanto más se fortalecerá vuestro entendimiento y corazón con las bienaventuradas palabras de ánimo y promesa. (Carta 76, 1901)

Aprendamos esas valiosas promesas de memoria, de modo que, cuando nos veamos privados de la Biblia, estemos aún en posesión de la Palabra de Dios. (RH, 06-01-1910) (29)

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