• enero 28, 2024

Enero 28 – MUTUA CONFESIÓN DE NUESTRAS FALTAS – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA MI VIDA HOY Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros,…

 Enero 28 – MUTUA CONFESIÓN DE NUESTRAS FALTAS – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA CONSAGRADA

MI VIDA HOY

Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho. (Sant. 5:16)

Se me ha indicado que encarezca a nuestro pueblo, con sumo fervor, la necesidad de la religión en el hogar. Entre los miembros de la familia se debe manifestar siempre bondad, solicitud y consideración. De mañana y de tarde únanse todos los corazones en culto reverente. En ocasión del culto vespertino, que cada miembro de la familia escudriñe bien su propio corazón. Arréglese cualquier error que se haya cometido. Si durante el día alguno hirió al otro o le habló rudamente, pida perdón el transgresor al A menudo se guarda rencor, y se crean malentendidos y amarguras innecesarios. Si aquel de quien se supone que pecó tuviera oportunidad, podría presentar explicaciones que causarían alivio a los demás miembros de la familia.

“Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros,” para que podáis ser curados de todas las enfermedades espirituales y se transformen las actitudes pecaminosas. Laborad con diligencia por la eternidad. Orad con fervor sumo al Señor y afirmaos en la fe. No confiéis en el brazo de carne; mas confiad implícitamente en la dirección del Señor. Diga cada uno: “Por mi parte, saldré y me, apartaré del mundo. Serviré al Señor con propósito pleno y de corazón. . . .”

El Señor mostrará su tierno favor hacia aquellos que guardan sus mandamientos. La Palabra, la Palabra viva, una vez recibida y obedecida, será sabor de vida para vida. La aceptación de la verdad regenerará y limpiará el corazón pecaminoso.

No se puede postergar esta obra de la purificación del carácter de cada uno… Con oración y confesión, decidíos a pertenecer completamente al Señor desde ahora en adelante…No podemos postergar esta obra de confesión y humillación del alma, para que nuestras ofrendas sean aceptables a Dios. Se hallará plenitud de gozo en la entrega completa al Señor. (RH, 08-11-1906) (33)

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