- junio 13, 2024
Jueves 13 de junio – LA BESTIA QUE SUBE DE LA TIERRA – EL CONFLICTO INMINENTE
EL CONFLICTO INMINENTE “Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Jueves: 13 de junio LA BESTIA QUE…
EL CONFLICTO INMINENTE
“Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Jueves: 13 de junio
LA BESTIA QUE SUBE DE LA TIERRA
Lee Apocalipsis 13:11 al 18. ¿En qué se diferencia esta segunda bestia de la primera bestia de Apocalipsis 13?
Apocalipsis 13
1 Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. 3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? 5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga. 10 Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
La primera bestia surgió del mar; la segunda “subía de la tierra” (Apoc. 13:11). El mar representa “pueblos y muchedumbres, naciones y lenguas” (Apoc. 17:15). Por ende, la tierra representa una zona poco poblada del mundo. Esta segunda bestia surge cerca del final del período profético durante el que la primera bestia ejerce su autoridad (Apoc. 13:5). Es decir, cobra importancia alrededor de 1798 d.C. Estados Unidos encaja perfectamente en esta descripción. Declaró su independencia en 1776, adoptó su constitución en 1789 y fue reconocido como potencia mundial a fines del siglo XIX.
Juan continúa: “Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón” (Apoc. 13:11). En la profecía bíblica, los cuernos simbolizan poder. A diferencia de la primera bestia, esta no tiene coronas en sus cuernos, lo que sugiere que no es una monarquía. Los dos cuernos representan los dos principios fundamentales de gobierno que son la fuente del poder y el éxito de los Estados Unidos: la libertad política y religiosa.
Lee Apocalipsis 13:11 y 12. ¿Qué cambios ves en esta bestia y en cómo habla?
Apocalipsis 13:11-12
11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.
Esta nación mansa, semejante a un cordero, a la larga habla como dragón. Ejerce “toda la autoridad de la primera bestia” (Apoc. 13:12) y abandona sus principios de libertad religiosa, haciendo que “la tierra y sus habitantes adorasen a la primera bestia” (Apoc. 13:12). Estados Unidos será el primero en exigir que todos los habitantes de la Tierra adoren a la primera bestia, al reconocer la autoridad espiritual y secular del papado. Según esta profecía, Estados Unidos hace una imagen de la bestia –una unión de la Iglesia y el Estado– y exigirá que todos adoren a esta imagen.
Lo fascinante es que, cuando se identificó a esta bestia por primera vez, Estados Unidos no era ni de lejos el coloso militar y económico que llegó a ser y continúa siendo ahora.
Piensa en la inestabilidad política de Estados Unidos en la actualidad. ¿Cómo eso algún día podría conducir al cumplimiento de esta profecía?
Comentarios Elena G.W
Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los últimos días exigen especialmente nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes de muchos de manera que aceptan con gozo cualquier excusa para no hacer del libro del Apocalipsis su tema de estudio. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado aquí lo que será en los últimos días; y él dice: «Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas»…
Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en nuestro trabajo hemos de amonestar a la gente acerca del peligro en que está. No se dejen sin tratar las solemnes escenas que la profecía ha revelado. Si nuestros hermanos estuvieran despiertos, aunque fuera a medias, si se dieran cuenta de la cercanía de los sucesos descriptos en el Apocalipsis, se realizaría una reforma en nuestras iglesias, y muchos más creerían el mensaje. No tenemos tiempo que perder; Dios nos pide que velemos por las almas como quienes han de dar cuenta. Presentad nuevos principios, y acumulad la clara verdad. Ella será como espada de doble filo. Pero no os manifestéis demasiado dispuestos a asumir una actitud polémica. Hay ocasiones en que hemos de quedar quietos para ver la salvación de Dios. Dejad que hablen Daniel y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el centro de toda esperanza, «la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana» (Testimonios para los ministros, pp. 116, 118).
Para que los Estados Unidos formen una imagen de la bestia, el poder religioso debe dominar de tal manera al gobierno civil que la autoridad del Estado sea empleada también por la Iglesia para cumplir sus fines…
La «imagen de la bestia» representa la forma de protestantismo apóstata que se desarrollará cuando las iglesias protestantes busquen la ayuda del poder civil para la imposición de sus dogmas…
Si bien la Iglesia y el Estado se unirán para obligar a «todos, pequeños y grandes, así ricos como pobres, así libres como esclavos», a que tengan «la marca de la bestia» (Apocalipsis 13:16), el pueblo de Dios no la tendrá. El profeta de Patmos vio que «los que habían salido victoriosos de la prueba de la bestia, y de su imagen, y del número de su nombre, estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios», y cantaban el cántico de Moisés y del Cordero. Apocalipsis 15:2, 3 (Maranata: el Señor viene, 10 de junio, p. 175).
Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de las verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmistas. Sus predicciones de que la intolerancia religiosa adquiriría dominio en los Estados Unidos de Norteamérica, de que la iglesia y el estado se unirían en ese país para perseguir a los observadores de los mandamientos de Dios, han sido declaradas absurdas y sin fundamento. Se ha declarado osadamente que ese país no podría jamás dejar de ser lo que ha sido: el defensor de la libertad religiosa. Pero, a medida que se va agitando más ampliamente la cuestión de la observancia obligatoria del domingo, se ve acercarse la realización del acontecimiento hasta ahora tenido por inverosímil, y el tercer mensaje producirá un efecto que no habría podido producir antes (El conflicto de los siglos, p. 591).