Jueves 4 de julio – EL EVANGELIO SEGÚN JESÚS – EL COMIENZO DEL EVANGELIO

EL COMIENZO DEL EVANGELIO “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.…

 Jueves 4 de julio – EL EVANGELIO SEGÚN JESÚS – EL COMIENZO DEL EVANGELIO

EL COMIENZO DEL EVANGELIO

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Decía: ‘El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse, y crean al evangelio!’ ” (Mar. 1:14, 15).

Jueves: 4 de julio

EL EVANGELIO SEGÚN JESÚS

Lee Marcos 1:14 y 15. ¿Cuáles son las tres partes del mensaje evangélico que Jesús proclamó?

 

Marcos 1:14-15

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Marcos resume aquí el mensaje simple y directo de Jesús. Sus tres partes son ilustradas en el siguiente cuadro:

CategoríaContenido
Profecía cronológica o de tiempoEl tiempo se ha cumplido
Promesa de pactoEl Reino de Dios está cerca
Llamado al discipulado¡Arrepiéntanse, y crean al evangelio!

La profecía cronológica o de tiempo a la que Jesús se refiere es la de las setenta semanas de Daniel 9:24 al 27. Esta profecía encuentra su cumplimiento en el bautismo de Jesús, cuando fue ungido con el Espíritu Santo y comenzó su ministerio (Hech. 10:38). La asombrosa profecía de las 70 semanas es ilustrada en el siguiente gráfico:

En esta profecía, un día representa un año (Núm. 14:34; Eze. 4:6). La profecía comienza en el año 457 a.C. con el decreto emitido por Artajerjes, rey de Persia, para completar la reconstrucción de Jerusalén (ver Esdras 7).

Sesenta y nueve semanas proféticas habrían de extenderse hasta el año 27 d.C., cuando Jesús fue bautizado y ungido con el Espíritu Santo al comienzo de su ministerio.

Su crucifixión habría de ocurrir tres años y medio después.

La terminación de la última de las setenta semanas ocurrió en el año 34 d.C., cuando Esteban fue apedreado y el mensaje del evangelio comenzó a ser predicado a los gentiles, así como también a los judíos.

¿Cuándo fue la última vez que estudiaste la profecía de las 70 semanas? ¿Cómo puede el conocimiento de esta profecía incrementar tu fe no solo en Jesús, sino también en la confiabilidad de la Palabra profética?

Comentarios Elena G.W

El mensaje evangélico, tal como lo daba el Salvador mismo, se basaba en las profecías. El “tiempo” que él declaraba cumplido, era el período dado a conocer a Daniel por el ángel Gabriel… “Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas” (Daniel 9:25), sesenta y nueve semanas, es decir, cuatrocientos ochenta y tres años. La orden de restaurar y edificar a Jerusalén, completada por el decreto de Artajerjes Longímano (véase Esdras 6:14;7:1, 9), entró a regir en el otoño del año 457 a.C. Desde ese tiempo, cuatrocientos ochenta y tres años llegan hasta el otoño del año 27 de d.C. Según la profecía, este período había de llegar hasta el Mesías, el Ungido. En el año 27 de nuestra era, Jesús, en ocasión de su bautismo, recibió la unción del Espíritu Santo, y poco después empezó su ministerio. Entonces fue proclamado el mensaje: “El tiempo es cumplido” (La maravillosa gracia de Dios, p.12).

“YO SOY el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas». “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre, y pongo mi vida por las ovejas”…

El profeta Isaías había aplicado esta figura a la misión del Mesías, en las alentadoras palabras: “Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora en Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!… Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará”…

Cristo aplicó estas profecías a sí mismo, y mostró el contraste que había entre su carácter y el de los dirigentes de Israel. Los fariseos acababan de echar a uno del redil porque había osado testificar del poder de Cristo. Habían excomulgado a un alma a la cual el verdadero Pastor estaba atrayendo. Así habían demostrado que desconocían la obra a ellos encomendada, y que eran indignos del cargo de pastores del rebaño. Jesús les presentó el contraste que existía entre ellos y el buen Pastor, y se declaró el verdadero guardián del rebaño del Señor. Antes de hacerlo, sin embargo, habló de sí mismo empleando otra figura (El Deseado de todas las gentes, pp. 442, 443).

El Señor está dispuesto igualmente ahora a actuar mediante los esfuerzos humanos, y a realizar grandes cosas mediante débiles instrumentos. Es esencial tener un conocimiento inteligente de la verdad, pues ¿en qué otra forma podríamos hacer frente a sus astutos oponentes? Debe estudiarse la Biblia no sólo por las doctrinas que enseña sino por sus lecciones prácticas. Nunca debierais ser sorprendidos, nunca debierais estar sin vuestra armadura puesta. Estad preparados para cualquier emergencia, para cualquier llamamiento del deber. Aguardad, velad por cada oportunidad para presentar la verdad; sed versados en las profecías, familiarizaos con las lecciones de Cristo. No confiéis en argumentos bien preparados. Un argumento solo no es suficiente. Debéis buscar a Dios puestos de rodillas; debéis salir para encontrar a las personas mediante el poder y la influencia de su Espíritu (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t.2, pp. 997, 998).

Elena G.W

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