Julio 22 – ALIENTO MUTUO – Mi Vida Hoy

Cada uno tiene su responsabilidad frente a Dios; cada uno tiene una obra que hacer en la cual nadie nos puede sustituir. Esta consiste en mejorar el mundo por precepto, ejemplo y esfuerzo personal. Si bien debemos cultivar la sociabilidad, no hemos de hacerlo simplemente por diversión, sino con un propósito. Hay almas que salvar…Nuestro trato con los demás se debe caracterizar por la sobriedad y una actitud de inspiración celestial. Nuestra conversación debe versar sobre cosas celestiales…

¿Hay algo más digno de absorber la mente que el plan de redención? Este es un tema inagotable. El amor de Jesús, la salvación ofrecida al hombre caído por medio de su amor infinito, la santidad de corazón, la preciosa y salvadora verdad para nuestros días, la gracia de Jesucristo, todos éstos son temas que pueden avivar el alma y generar en los puros de corazón el gozo que los discípulos sintieron cuando Jesús se les acercó y fue caminando con ellos por el camino a Emaús. El que haya concentrado sus afectos en Cristo disfrutará de esta relación santificada y recibirá fuerza divina gracias a ese trato…Cuando la verdad de Dios es un principio permanente en el corazón, liará las veces de una fuente viva. Se podrán hacer tentativas de reprimirla, pero estallará por otra parte; allí está, y no se la puede desviar. La verdad cuando mora en el corazón es un manantial de vida. Refrigera al cansado, restringe los pensamientos y expresiones bajos, y todo lo hace florecer…Su felicidad residirá…en Jesús y su amor. (RH, 10-11-1885) (214)