Junio 13 – Todos deben compartir la fe

Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo…

 Junio 13 – Todos deben compartir la fe

Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron, y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza? Mateo 21:15, 16.

Los principios de la verdad pueden ser presentados por hombres y mujeres humildes. Incluso los jóvenes y los niños llegarán a ser una bendición para otros si testifican acerca de lo que la verdad ha hecho por ellos. Si están dispuestos a someterse completamente a él, Dios desea utilizar a los instrumentos más débiles. También puede actuar por su intermedio para alcanzar a las personas a quienes los ministros no tienen acceso. Estas son vías que deben ser exploradas. Con la Biblia en mano y con el corazón encendido resplandeciendo con el amor de Dios, cada uno puede salir y compartir con otros su experiencia; háblenles acerca de la verdad que les impresionó el corazón, y oren con fe para que Dios haga fructificar esos esfuerzos. Comuniquen la luz a otros y tendrán más para compartir. De este modo llegarán a ser colaboradores de Dios. RP 175.2

El desea que sus hijos hagan uso de todas sus facultades, a fin de que, al ser puestas al servicio de los demás, puedan crecer y fortalecerse en Cristo. Quizá no tengan educación, y tal vez sientan que no son capaces de realizar la obra de Dios; sin embargo, hay algo que pueden hacer: dejar que su luz brille hacia otros. RP 175.3

Mis hermanos y hermanas, cada uno necesita tener su propia comprensión acerca de la verdad a fin de ejercer una influencia para el bien. Entonces salgan a trabajar. Al servir a otros ganarán experiencia. Podrán cometer errores; sin embargo, a los más inteligentes, y hasta a los que están en posiciones de confianza, les ha pasado lo mismo una y otra vez. No siempre obtendrán el éxito, y tampoco será posible conocer todos los resultados de un esfuerzo hecho con humildad y con desinteresado esfuerzo para ayudar a los que están en las tinieblas. Por intermedio del Espíritu Santo podrán conquistar creyentes del error para la verdad, y al proceder de este modo llenarán todo su ser con el amor de Dios.—The Review and Herald, 12 de enero de 1897. 

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