• junio 3, 2024

Junio 3 – CRISTO, GOZO VERDADERO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA FELIZ MI VIDA HOY Entra en el gozo de tu Señor. (Mat. 25:23) Algunos son tan inquietos…

 Junio 3 – CRISTO, GOZO VERDADERO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA FELIZ

MI VIDA HOY

Entra en el gozo de tu Señor. (Mat. 25:23)

Algunos son tan inquietos porque no acuden a la única y verdadera fuente de felicidad. Tratan de hallar fuera de Cristo el gozo que solamente se halla en él. Junto a él no hay esperanzas frustradas. ¡Ay, cómo se descuida el precioso privilegio de la oración!…La oración es la fortaleza del cristiano. Aunque se vea solo, no lo está; siente la presencia del que dijo: “Yo estoy con vosotros todos los días.”

Los jóvenes necesitan precisamente lo que no tienen, es decir: religión. No hay nada que pueda ocupar su lugar. (RH, 11-03-1880)

Lo que se necesita es esperanza cristiana. La religión resultará un consuelo para el creyente, una guía a segura que lo conducirá a la Fuente de verdadera felicidad. (YI, 01-01-1907)

No hay más gozo verdadero que el de Cristo. Todas las dichas supuestas que un hombre sueña obtener sin Cristo, se convertirán en cenizas y desengaños. No imaginéis ni por un momento que un hombre sin religión pueda ser feliz. (Carta 15, 1899)

Nadie puede gozar realmente de la vida sin religión. El amor de Dios purifica y ennoblece todos los gustos y deseos, intensifica los sentimientos y embellece todos los placeres dignos. Capacita al hombre para apreciar y gozar todo lo verdadero, lo bueno y de buen nombre. (GH, 08-1882)

Siempre observaréis una señalada alegría en el cristiano, además de santa y dichosa confianza en Dios, y sumisión a su providencia, todo lo cual refrigera el alma. (3T:377)

La fe en el amor de Dios y en su soberana providencia, alivian las cargas de ansiedad y preocupación. Hincha el corazón de gozo y contentamiento sea cual fuere nuestra posición en la vida. La religión propende directamente a fomentar la salud, a alargar la vida, y a aumentar nuestra capacidad de gozar todas sus bendiciones. Abre ante el alma una fuente de felicidad que nunca falla. (PP:559-560) (164)

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