- junio 10, 2024
Lunes 10 de junio – LA CRISIS VENIDERA – EL CONFLICTO INMINENTE
EL CONFLICTO INMINENTE “Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Lunes: 10 de junio LA CRISIS VENIDERA…
EL CONFLICTO INMINENTE
“Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Lunes: 10 de junio
LA CRISIS VENIDERA
La profecía de la marca de la bestia en Apocalipsis 13 nos habla de la peor etapa, la más feroz, de la guerra de Satanás contra Dios. Desde que Jesús murió en la Cruz, el enemigo sabe que ha sido derrotado, pero se ha resuelto a hundir junto con él a la mayor cantidad posible de personas. Su primera estrategia en esta campaña es el engaño. Cuando el engaño no funciona, recurre a la fuerza. En última instancia, él está detrás del decreto de que cualquiera que se niegue a adorar a la bestia o a recibir su marca será condenado a muerte.
La persecución religiosa, por supuesto, no es nueva. Ha existido desde que Caín mató a Abel por obedecer el mandato de Dios. Jesús dijo que sucedería incluso entre los creyentes.
Lee Juan 16:2; Mateo 10:22; 2 Timoteo 3:12; y 1 Pedro 4:12. ¿Qué experimentó la iglesia del Nuevo Testamento y cómo se aplica esto a la iglesia de Cristo del tiempo del fin?
Juan 16:2
2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.
Mateo 10:22
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
2 Timoteo 3:12
12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;
1 Pedro 4:12
12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
La persecución ha sido habitual a lo largo de la historia cristiana. Sucedió en la Roma pagana, pero fue especialmente evidente en la viciosa persecución de los cristianos que creían en la Biblia por parte de la iglesia medieval. La marca de la bestia no es más que el último eslabón de esta cadena infernal. Al igual que las persecuciones pasadas, está ideada para obligar a todos a ajustarse a un cierto conjunto de creencias y a un sistema de adoración aprobado.
La profecía indica que la persecución comenzará con sanciones económicas: nadie podrá comprar ni vender a menos que tenga la marca. Cualquiera que se niegue a recibir la marca será finalmente condenado a muerte (Apoc. 13:15, 17).
El diablo ya está preparando a los profesos cristianos para que reciban la marca de la bestia cuando llegue la prueba final, animándolos a transigir en su vida. Cuando al parecer el mundo entero sigue a la bestia con admiración y asombro (Apoc. 13:3), de repente la escena cambia, y la cámara profética enfoca al pueblo de Dios. Apocalipsis 14:12 nos da esta imagen. “ ‘¡Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús!’ ” El pueblo de Dios lleva una vida de obediencia piadosa. Por su gracia, se mantiene firme cuando a su alrededor todo tiembla. Mientras que el mundo sigue a la bestia, ellos “siguen al Cordero por dondequiera que va” (Apoc. 14:4). Por el poder de Cristo, triunfan sobre los poderes del infierno desplegados contra ellos.
Como vimos en la lección 9, el conflicto decisivo entre el bien y el mal gira en torno a la adoración. La bestia usa el engaño y, cuando eso falla, la fuerza y la coerción.
¿Con qué facilidad permites ahora que los aspectos económicos pongan en juego tu observancia del sábado?
Comentarios Elena G.W
Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cual quiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Juan 16:2.
Cada individuo en nuestro mundo deberá alistarse bajo una de dos banderas.
Los dos ejércitos serán diferentes y estarán separados, y esa diferencia será tan marcada que muchos de los que se convenzan de la verdad se pondrán de parte del pueblo de Dios que observa sus mandamientos. Cuando esté por producirse esta obra grandiosa en la batalla, antes del último gran conflicto, muchos serán encarcelados, muchos huirán de las ciudades y los pueblos para salvar su vida, y muchos otros soportarán el martirio por amor de Cristo al levantarse en defensa de la verdad.
Por el decreto que imponga la institución del papado en violación a la ley de Dios, esta nación [los Estados Unidos] se separará completamente de la justicia (Maranata: el Señor viene, 10 de julio, p. 205).
Al aproximarnos a los peligros de los últimos días, las tentaciones del enemigo se tornan más fuertes y más decididas. Satanás ha descendido con gran poder, sabiendo que su tiempo es corto; y está obrando «con todo engaño de iniquidad para los que se pierden». 2 Tesalonicenses 2:10. Mediante la Palabra de Dios nos llega el aviso de que, si fuera posible, engañaría a los mismos elegidos.
Sucesos extraordinarios han de ocurrir pronto en el mundo. El fin de todas las cosas está cercano. El tiempo de angustia está por llegar para el pueblo de Dios. Será entonces cuando se promulgará el decreto prohibiendo comprar o vender a los que guardan el sábado del Señor, y que los amenazará con castigos, y aun la muerte, si no observan el primer día de la semana como día de reposo…
Si pudieran ser abiertos nuestros ojos, como sucedió con el siervo de Eliseo en Dotán, nos veríamos rodeados por ángeles malignos que tratan de imponer su presencia sobre nosotros, y buscan una oportunidad para tentarnos y vencernos; pero también veríamos a ángeles santos que nos guardan, y que con su luz y su poder mantienen a raya a los ángeles malos (Historical Sketches, pp. 155, 156; parcialmente en En los lugares celestiales, 3 de diciembre, p. 346, y en Exaltad a Jesús, 29 de noviembre, p. 341).
En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, los que sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias terrenales, se les prohibirá comprar o vender. Finalmente será decretado que se les dé muerte. Ver Apocalipsis 13:11-17. Pero al obediente se le hace la promesa: «Habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento; se le dará su pan, y sus aguas serán ciertas». Isaías 33:16. Los hijos de Dios vivirán por esta promesa. Serán alimentados cuando la tierra esté asolada por el hambre. «No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán hartos». Salmo 37:19 (El Deseado de todas las gentes, p. 97).