Lunes 17 de julio – CÓMO NOS RESCATA DIOS

CÓMO NOS RESCATA DIOS “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun…

 Lunes 17 de julio – CÓMO NOS RESCATA DIOS

CÓMO NOS RESCATA DIOS

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en pecados nos dio vida junto con Cristo. Por gracia ustedes han sido salvados” (Efe. 2:4, 5).

Lunes: 17 de julio

EN OTRO TIEMPO ENGAÑADOS POR NUESTROS PROPIOS DESEOS

“Entre ellos [los desobedientes] todos nosotros también vivimos en otro tiempo al impulso de los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, igual que los demás” (Efe. 2:3).

Al margen de la intervención de Dios, la existencia humana está dominada no solo por las fuerzas externas mencionadas en Efesios 2:2, sino también por las internas: “los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos” (Efe. 2:3; comparar con Sant. 1:14, 15; 1 Ped. 1:14).

¿Qué quiere decir Pablo al afirmar que sus oyentes en otro tiempo eran “por naturaleza hijos de ira, igual que los demás”? (Efe. 2:3)? Comparar con Efesios 2:3 y 5:6.

 

Efesios 2:3

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

 

Efesios 5:6

Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

La realidad actual de una vida perdida ya es bastante angustiante, pero sus implicaciones para los últimos días son aún más aterradoras. Los seres humanos, siendo “por naturaleza hijos de ira, igual que los demás” (Efe. 2:3), estarán bajo la amenaza del juicio de Dios en el tiempo del fin.

La expresión “por naturaleza hijos de ira” también apunta a otra realidad abrumadora. Si bien todavía poseemos la imagen de Dios, hemos llegado a comprender que hay algo profundamente malo en nosotros. Por ende, vivir la vida cristiana no es solo una cuestión de vencer uno o dos malos hábitos, o superar todos los “delitos y pecados” (Efe. 2:1) que nos amenazan hoy por hoy. No solo luchamos con los pecados, sino con el pecado. Tendemos a la rebelión contra Dios y a la autodestrucción. Los seres humanos, por defecto, estamos atrapados en un patrón de comportamiento pecaminoso y autodestructivo, al seguir los dictados de Satanás (Efe. 2:2) y nuestros propios deseos pecaminosos innatos (Efe. 2:3). Los creyentes, en otro tiempo, éramos “por naturaleza hijos de ira”.

Es importante notar que Pablo emplea un tiempo pasadoéramos por naturaleza hijos de ira” (Efe. 2:3). Esto no significa que los creyentes ya no tengamos una inclinación inherente hacia el mal. Pablo dedica una parte considerable de su carta, Efesios 4:17 a 5:21, a advertir acerca de los actos pecaminosos. Estos están arraigados en la naturaleza pecaminosa y continúan siendo una amenaza para los cristianos. Sin embargo, sí significa que este “hombre viejo” ya no necesita dominar al creyente, quien mediante el poder de Cristo puede “desp[ojarse] del hombre viejo” y “v[estirse] del nuevo hombre, creado para ser semejante a Dios en justicia y en santidad de la verdad” (Efe. 4:22–24).

¿Quién no ha advertido lo corrupta que es nuestra naturaleza, aun después de habernos entregado a Jesús? ¿Qué debería enseñarnos esto sobre la importancia de aferrarnos a él en cada momento de la vida?

Comentarios Elena G.W

[Incluso] un mal rasgo de carácter, un deseo pecaminoso acariciado, con el tiempo neutralizan todo el poder del evangelio. El predominio de un deseo pecaminoso demuestra el engaño del alma. La complacencia de este deseo refuerza la aversión del alma hacia Dios. Los rigores del deber y los placeres del pecado son las cuerdas con las que Satanás ata a los hombres en sus trampas. Los que estén dispuestos a morir antes que cometer un mal acto, son los únicos que serán hallados fieles…

El testimonio que os da el Espíritu de Dios es el siguiente: No parlamentéis con el enemigo. Destruid las espinas o ellas os destruirán a vosotros. Preparad el terreno del corazón. Permitid que la obra sea profunda y cabal. Dejad que la reja del arado de la verdad arranque la maleza y los abrojos (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 50, 51).

El pobre publicano… sentía su necesidad, y con su carga de pecado y vergüenza se presentó a Dios e imploró su misericordia. Su corazón estaba abierto para que el Espíritu de Dios hiciese en él su obra de gracia y le libertase del poder del pecado. La oración jactanciosa y presuntuosa del fariseo demostró que su corazón estaba cerrado a la influencia del Espíritu Santo. Por estar lejos de Dios, no tenía idea de su propia corrupción, que contrastaba con la perfección de la santidad divina. No sentía necesidad alguna y nada recibió.

Si percibís vuestra condición pecaminosa, no aguardéis hasta haceros mejores a vosotros mismos… ¿Esperáis haceros mejores por vuestros propios esfuerzos? «¿Mudará el negro su pellejo, y el leopardo sus manchas? Así también podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal». Jeremías 13:23. Únicamente en Dios hay ayuda para nosotros. No debemos permanecer en espera de persuasiones más fuertes, de mejores oportunidades, o de tener un carácter más santo. Nada podemos hacer por nosotros mismos. Debemos ir a Cristo tales como somos (El camino a Cristo, pp. 30, 31).

El Señor Jesús… está realizando transformaciones tan sorprendentes que Satanás… se detiene para mirarla como una fortaleza inexpugnable ante sus sofismas y engaños. Son para él un misterio incomprensible. Los ángeles de Dios… contemplan con asombro y gozo cómo hombres caídos, una vez hijos de la ira, están desarrollando por la enseñanza de Cristo, caracteres a la semejanza divina, para ser hijos e hijas de Dios.

El don de su Espíritu Santo, rico, completo y abundante, ha de ser para su iglesia como un muro de fuego que la circunde, contra el cual no prevalezcan las potencias del infierno (En los lugares celestiales, p. 284).

Elena G.W

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