Lunes 22 de mayo – UNA CIUDAD LLAMADA CONFUSIÓN

UNA CIUDAD LLAMADA CONFUSIÓN “Pelearán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey…

 Lunes 22 de mayo – UNA CIUDAD LLAMADA CONFUSIÓN

UNA CIUDAD LLAMADA CONFUSIÓN

“Pelearán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados, elegidos y fieles” (Apoc. 17:14).

Lunes: 22 mayo

EL VINO DE LA IRA

Lee Apocalipsis 17:1, 2 y 15; y 18:1 al 4. ¿Cuán extendida es la influencia de Babilonia?

 

Apocalipsis 17:1-2 y 15

1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

15 Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.

 

Apocalipsis 18:1-4

1 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

El sistema eclesiástico caído tiene un alcance internacional que influye en la gente de todo el mundo con sus engaños. Satanás está enfurecido porque el evangelio se proclamará a toda “nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6) y “este evangelio del reino será predicado en todo el mundo” (Mat. 24:14), por lo que emplea todo engaño posible para cautivar la mente de los “habitantes de la Tierra” (Apoc. 17:2, NVI).

Apocalipsis 17:2 continúa su explicación del misterio de Babilonia la Grande al declarar que ella ha “fornicado” con los reyes de la Tierra. ¿Qué es la fornicación? Es una unión ilícita. En el sistema eclesiástico caído, es la unión con el Estado. En el sistema de la iglesia verdadera, la iglesia está unida con Jesucristo. La iglesia caída mira a los líderes políticos de la Tierra en busca de poder y autoridad. Busca que el Estado decrete su voluntad. En lugar de sacar su fuerza de Jesús como su verdadera cabeza, ella mira al Estado en busca de apoyo.

Apocalipsis 17:2 prosigue con su dramática descripción: “Y sus habitantes se han embriagado con el vino de su fornicación”. El simbolismo del jugo de uva puro, en todo el Nuevo Testamento, se utiliza para representar la sangre pura e inmaculada de Cristo derramada para nuestra salvación en la Cruz (Mat. 26:2729). En Lucas 22:20, Jesús dice: “ ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre’ ”. Cuando el vino nuevo y puro del evangelio se distorsiona, y las enseñanzas de la Palabra de Dios se sustituyen por las enseñanzas de las autoridades religiosas humanas, se convierte en el “vino de Babilonia” (ver Mat. 15:9).

Fíjate, también, que Dios llama a su pueblo a salir de Babilonia. En otras palabras, por más corrupto y malvado que sea el sistema, su alcance es tan amplio que abarca, por lo menos durante cierto tiempo, a sus fieles, o “pueblo mío” (Apoc. 18:4), como él los llama. Sin embargo, llegará el tiempo en que Dios los llamará a salir de ese sistema corrupto y malvado, que está a punto de caer debido a su naturaleza perversa, esta “habitación de demonios” y “albergue de toda ave sucia y aborrecible” (Apoc. 18:2).

¿Qué función tienen los que proclaman el mensaje de los tres ángeles al ser usados por Dios para llamar a “mi pueblo”, su pueblo, a salir de Babilonia?

Comentarios Elena G.W

Nuestra lucha es agresiva. Cosas terribles están delante de nosotros; sí, más bien sobre nosotros. Que nuestras oraciones asciendan a Dios para que los cuatro ángeles puedan retener aún los cuatro vientos, que no soplen para hacer daño y destruir, hasta que la última amonestación se haya dada al mundo. Trabajemos entonces en armonía con nuestras oraciones. Que ninguno disminuya la fuerza de la verdad para este tiempo. Nuestra preocupación debe ser la verdad presente. El mensaje del tercer ángel debe cumplir su obra de separar de las iglesias a un pueblo que se sostendrá sobre la plataforma de la verdad eterna.

Nuestro mensaje es de vida o muerte, y debemos permitir que aparezca tal como es: el gran poder de Dios. Debemos presentarlo en toda la fuerza de su expresión. Entonces el Señor lo hará efectivo. Es nuestro privilegio esperar grandes cosas, aún la demostración del Espíritu de Dios. Este es el poder que convertirá el alma (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 68).

[Satanás] pone en acción sus instrumentos preparados y los emplea con intensa actividad. Dispone su ejército de instrumentos humanos para que participen en el último gran conflicto contra el Príncipe de la vida, para derribar la ley de Dios que es el fundamento de su trono. Satanás hará milagros para afirmar a los hombres en la creencia de que él es lo que pretende ser: el príncipe de este mundo, y que la victoria es suya. Empleará sus fuerzas contra los que son leales a Dios; pero aunque pueda causar dolor, angustia y agonía humana, no puede mancillar el alma. Puede afligir al pueblo de Dios como lo hizo con Cristo; pero no puede hacer que perezca uno de los pequeñitos de Cristo. El pueblo de Dios debe esperar en estos últimos días que entrará en lo más recio del conflicto, pues dice la palabra profético: «El dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo» (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, p. 1174).

El tiempo de angustia que espera al pueblo de Dios requerirá una fe inquebrantable. Sus hijos deberán dejar manifiesto que él es el único objeto de su adoración, y que por ninguna consideración, ni siquiera de la vida misma, pueden ser inducidos a hacer la menor concesión a un culto falso. Para el corazón leal, los mandamientos de hombres pecaminosos y finitos son insignificantes frente a la Palabra del Dios eterno. Obedecerán a la verdad aunque el resultado haya de ser encarcelamiento, destierro o muerte…

Satanás, con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios. Los protegerán ángeles excelsos en fortaleza, y Jehová se revelará en su favor como «Dios de dioses», que puede salvar hasta lo sumo a los que ponen su confianza en él (Profetas y reyes, p. 376).

Elena G.W

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