- junio 13, 2023
Martes 13 de junio – EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – SEGUNDA PARTE
EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – SEGUNDA PARTE “Entonces vi a otro ángel que subía…
EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – SEGUNDA PARTE
“Entonces vi a otro ángel que subía del este con el sello del Dios vivo. Y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, quienes habían recibido poder de dañar la Tierra y el mar, y les dijo: ‘No dañen la Tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios’ ” (Apoc. 7:2, 3).
Martes: 13 de junio
LA ESTRATEGIA FINAL DE SATANÁS
Las encuestas revelan una profunda falta de confianza en las instituciones y los gobiernos. Millones se preguntan: “¿Dónde hay alguien moralmente apto para liderar el mundo?” Las profecías del Apocalipsis identifican el poder de la bestia como aquel que, bajo los auspicios de una unión religiosa/política, ostensiblemente será el poder que desempeñará este papel.
Lee Apocalipsis 17:12 al 14. ¿Cómo describe Juan estas escenas finales de la historia de la Tierra? ¿Qué contraste poderoso vemos aquí?
Apocalipsis 17:12-14
12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. 13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. 14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
Hay tres comentarios importantes que Juan hace en este pasaje. En primer lugar, los poderes políticos tienen “un propósito” y “darán su poder y autoridad” a la bestia. En segundo lugar, este conglomerado del error hace guerra contra Jesús, el Cordero. En tercer lugar, en la última guerra de la Tierra, Cristo y sus seguidores triunfan. No gana la bestia; Jesús gana.
¿Alguna vez te preguntaste qué estrategia podría utilizar el diablo para unir a las naciones? La historia a menudo se repite. Descubrimos lecciones valiosas del colapso del Imperio Romano. Cuando las invasiones germánicas asolaron la Europa occidental desde el norte, el emperador romano Constantino acudió a la religión. La autoridad de la iglesia, combinada con el poder del Estado, se convirtió en el instrumento que Constantino necesitaba. El continuo fortalecimiento de la santidad del domingo en el siglo IV fue un movimiento político y religioso calculado para unir el imperio en un momento de crisis. Constantino quería que su imperio se uniera, y la iglesia romana quería que el imperio se “convirtiera”. El renombrado historiador Arthur Weigall lo indica claramente: “La iglesia hizo del domingo un día sagrado […] en gran medida porque era la fiesta semanal del Sol; porque era una política cristiana explícita hacerse cargo de las festividades paganas entrañables para la gente por tradición y darles significado cristiano” (The Paganism in Our Christianity [Nueva York: G. P. Putnam’s Sons, 1928], p. 145).
En un momento de gran crisis, cuando todo el mundo está asustado, herido y con miedo, la gente estará desesperada por alguien que ofrezca algo de estabilidad y protección. Así es como la tiranía ha surgido en el pasado, y no hay razón para pensar que no podría volver a suceder. Según la profecía, algo propiciará estos acontecimientos finales.
Aunque es difícil saber cómo podría desarrollarse todo esto, el mundo ya ha visto cómo pueden producirse los grandes cambios, y con cuánta rapidez, también. Aunque no conocemos los detalles de lo que viene, necesitamos estar preparados para ello.
Comentarios Elena G.W
A medida que nos acercamos a la crisis final, resulta de vital importancia que la armonía y la unidad reinen entre las instituciones del Señor. El mundo no conoce más que tempestades, guerras y discordias. Sin embargo, las gentes se unirán bajo una misma dirección, la de la potencia papal, para oponerse a Dios en la persona de sus testigos.
¿Qué entidad le entrega su reino a esta potencia? El protestantismo, un poder que, mientras profesa tener el carácter y el espíritu de un cordero y estar aliado con el cielo, habla con la voz de un dragón. Está movido por una fuerza que procede de abajo.
«Estos tienen un mismo propósito». Habrá un lazo universal de unión, una gran armonía, una confederación de fuerzas de Satanás. «Y entregarán su poder y su autoridad a la bestia». Así se manifiesta el mismo poder arbitrario y opresor contra la libertad religiosa, la libertad de adorar a Dios según los dictados de la conciencia, que manifestó el papado cuando en el pasado persiguió a los que se negaban a conformarse con los ritos y ceremonias religiosas del romanismo (Maranata: el Señor viene, p. 185).
La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indignación contra la humilde minoría que concienzudamente se niega a aceptar las costumbres y tradiciones populares. Hombres de posición y reputación se unirán con los Inicuos y los viles para maquinar contra el pueblo de Dios… No teniendo un «Así dicen las Escrituras», para presentarlo contra los defensores del sábado bíblico, recurrirán a leyes opresivas para suplir la falta (Maranata: el Señor viene, p. 196).
Todas las cosas de la naturaleza y del mundo en general están cargadas de intensa formalidad. Satanás, con la cooperación de sus ángeles y los hombres malvados, desplegará todo esfuerzo posible para obtener la victoria, y parecerá estar teniendo éxito. Pero la verdad y la justicia saldrán de este conflicto, coronadas de triunfante Victoria (Mensajes selectos, t. 3, p. 449).
Se encontrará que es una cosa terrible haber agotado la paciencia divina, porque la ira de Dios se derramará en forma tan marcada e intensa que se la presenta como una ira que no está atemperada por la misericordia; y hasta la tierra misma quedará arrasada. En el tiempo cuando la apostasía sea nacional, cuando los dirigentes del país, obrando de acuerdo con el plan de acción satánico, se alisten junto al hombre de pecado, entonces se colmará la medida de la culpa; la apostasía nacional es la señal para que ocurra la ruina nacional.
Dios ha puesto a su pueblo en la brecha para reparar la muralla, para elevar el fundamento de muchas generaciones. Las inteligencias celestiales, los ángeles superiores en fortaleza, están esperando, obedientes a sus órdenes, para unirse con los instrumentos humanos, y el Señor intervendrá cuando las cosas hayan alcanzado un estado tal que únicamente el poder divino sea capaz de contrarrestar la obra de los instrumentos satánicos. Cuando su pueblo corra el mayor peligro, cuando al parecer sea incapaz de resistir contra el poder de Satanás, entonces Dios obrará en su favor. La necesidad extrema del hombre constituye la oportunidad de Dios (Mensajes selectos, t. 2, p. 428).