- mayo 14, 2024
Martes 14 de mayo – WILLIAM MILLER Y LA BIBLIA – MOTIVADOS POR LA ESPERANZA
MOTIVADOS POR LA ESPERANZA “En ese día se dirá: ‘¡Este es nuestro Dios! Lo hemos esperado, y él nos salvará.…
MOTIVADOS POR LA ESPERANZA
“En ese día se dirá: ‘¡Este es nuestro Dios! Lo hemos esperado, y él nos salvará. Este es el Señor a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación’ ” (Isa. 25:9).
Martes: 14 de mayo
WILLIAM MILLER Y LA BIBLIA
Así como Dios utilizó a los reformadores protestantes para redescubrir la verdad sobre la justificación por la fe solo en Cristo, también utilizó a William Miller para redescubrir la verdad sobre la modalidad de la segunda venida de Cristo. Mientras Miller estudiaba las Escrituras, descubrió a un Cristo que lo amaba más de lo que podía imaginar. Con su Biblia, una pluma y un cuaderno, comenzó leyendo el Génesis y solo avanzaba en su lectura en la medida que podía entender el pasaje en cuestión. Al comparar un pasaje con otro, permitió que la Biblia se explicara a sí misma.
Lee Isaías 28:9 y 10; Proverbios 8:8 y 9; Juan 16:13; y 2 Pedro 1:19 al 21. ¿Qué principios de interpretación bíblica descubres en estos pasajes?
Isaías 28:9-10
9 ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados?, ¿a los arrancados de los pechos? 10 Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá;
Proverbios 8:8-9
8 Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida. 9 Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.
Juan 16:13
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
2 Pedro 1:19-21
19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
A medida que William Miller comparaba versículo con versículo, se le abrían los misterios de la Biblia. Buscaba como quien busca un tesoro escondido, y fue ricamente recompensado. El Espíritu Santo le abrió la Palabra de Dios a fin de que la entendiera. Abordó las profecías con la misma diligencia en el estudio de la Biblia que con los demás pasajes bíblicos que estudiaba.
Lee Daniel 1:17; 2:45; 1 Pedro 1:10 y 11; y Apocalipsis 1:1 al 3. ¿Qué nos enseñan estos pasajes acerca de la interpretación de las profecías bíblicas?
Daniel 1:17
17 A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
Daniel 2:45
45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.
1 Pedro 1:10-11
10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
Apocalipsis 1:1-3
1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Los símbolos de los libros proféticos no están rodeados de misterio. Un Dios amoroso nos ha dado su Palabra profética con el fin de prepararnos para los acontecimientos culminantes que pronto tendrán lugar en este mundo. William Miller comprendió claramente que la mejor manera de entender las profecías era permitir que estas se interpretaran a sí mismas. La misma Biblia explica claramente los símbolos proféticos. Las bestias representan reyes o reinos (Dan. 7:17, 23). El viento representa destrucción (Jer. 49:36). El agua representa pueblos o naciones (Apoc. 17:15). La mujer representa a la iglesia (Jer. 6:2; Efe. 5:22-32). Las profecías temporales de Daniel y Apocalipsis también se dan en lenguaje simbólico, en el que un día profético representa un año literal (Núm. 14:34; Eze. 4:6). Cuando William Miller aplicó estos principios de interpretación bíblica, quedó sorprendido con su descubrimiento respecto de lo que él creía que era el momento del regreso de Cristo.
¿Por qué es tan importante para nuestra fe entender correctamente el simbolismo profético?
Comentarios Elena G.W
El Señor envió a su ángel para que tocara el corazón de un granjero que no creía en la Biblia, a fin de inducirlo a escudriñar las prof12cías. Los ángeles de Dios repetidas veces visitaron a aquel escogido para guiar su mente y abrir a su comprensión las profecías que siempre habían sido oscuras para el pueblo de Dios. Se le concedió descubrir el comienzo de la cadena de la verdad, y se lo indujo a buscar eslabón tras eslabón, hasta que pudo contemplar maravillado y admirado la Palabra de Dios. Vio la perfecta cadena de la verdad. La Palabra que según él no era inspirada, ahora se abría ante sus ojos con su belleza y su gloria. Descubrió que una porción de las _Escrituras explica la otra, y que cuando un pasaje le resultaba incomprensible, otra porción de la Palabra se lo explicaba. Consideró la Palabra de Dios con gozo, y con el más profundo respeto y reverencia (La historia de la redención, pp. 373, 374).
La Biblia nos muestra a Dios como autor de ella; y sin embargo fue escrita por manos humanas, y la diversidad de estilo de sus diferentes libros muestra la individualidad de cada uno de sus escritores. Las verdades reveladas son todas inspiradas por Dios (2 Timoteo 3: 16); y con todo están expresadas en palabras humanas. Y es que el Ser supremo e infinito iluminó con su Espíritu la inteligencia y el corazón de sus siervos. Les daba sueños y visiones y les mostraba símbolos y figuras; y aquellos a quienes la verdad fuera así revelada, revestían el pensamiento divino con palabras humanas.
Los Diez Mandamientos fueron enunciados por el mismo Dios y escritos con su propia mano. Su redacción es divina y no humana. Pero la Biblia, con sus verdades de origen divino expresadas en el idioma de los hombres, es una unión de lo divino y lo humano. Esta unión existía en la naturaleza de Cristo, quien era Hijo de Dios e Hijo del hombre. Se puede decir de la Biblia, lo que fue dicho de Cristo: ‘Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros’ Juan 1:14 (Mensajes selectos, t. 1, p. 28).
Deberíamos pedirle al Señor que abra nuestro entendimiento, para que podamos comprender la verdad divina. Si humillamos nuestro corazón ante Dios, vaciándolo de la vanidad, el orgullo y el egoísmo por medio de la gracia que nos es concedida abundantemente; si deseamos sincera y firmemente creer, los resplandecientes rayos del Sol de justicia brillarán en nuestra mente e iluminarán nuestro entendimiento oscurecido. Jesús es la luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. Él es la luz del mundo, y nos invita a que vayamos a él y aprendamos de él (Ser semejante a Jesús, 9 de abril, p. 106).