Martes 23 de julio – LA RAZÓN DE SER DE LAS PARÁBOLAS – PARÁBOLAS

PARÁBOLAS “Dijo también: ‘Miren lo que oyen. Con la medida con que miden los medirán otros, y aun les será…

 Martes 23 de julio – LA RAZÓN DE SER DE LAS PARÁBOLAS – PARÁBOLAS

PARÁBOLAS

“Dijo también: ‘Miren lo que oyen. Con la medida con que miden los medirán otros, y aun les será añadido. Al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado’ ” (Mar. 4:24, 25).

Martes: 23 de julio

LA RAZÓN DE SER DE LAS PARÁBOLAS

Lee Marcos 4:10 al 12. ¿Por qué enseñaba Jesús por medio de parábolas?

 

Marcos 4:10-12

10 Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. 11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.

Una lectura superficial de estos versículos da la impresión de que Jesús enseñó por medio de parábolas para mantener a oscuras a quienes no formaban parte de su entorno. Pero una perspectiva tal no condice con las acciones de Jesús en el resto del Evangelio de Marcos. En Marcos 3:5 y 6, Jesús se entristece por la dureza de corazón de los dirigentes religiosos. En Marcos 3:22 al 30, toma seriamente los argumentos de los escribas y explica detalladamente por qué están equivocados. En Marcos 12:1 al 12, los dirigentes religiosos entienden que la parábola de Jesús acerca de los labradores se refiere a ellos. Esta es, en verdad, una advertencia acerca del complot de ellos contra él y de las terribles consecuencias resultantes. Si no hubiera tenido interés en el bienestar de ellos, no les habría advertido. En consecuencia, debe darse a las palabras de Jesús aquí, en Marcos 4, una consideración más profunda a fin de captar a qué se refiere. Jesús está parafraseando Isaías 6:9 y 10.

Lee Isaías 6: 1 al 13. ¿Qué le ocurre aquí a Isaías y cuál es el mensaje que se le comunica para Israel?

 

Isaías 6: 1-13

1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. 11 Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; 12 hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. 13 Y si quedare aún en ella la décima parte, esta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.

Isaías contempla una visión de Dios en el Templo y queda abrumado por la gloria de Dios y por su propia impureza. Dios lo purifica y le encarga un mensaje estremecedor. Como en el caso del Evangelio de Marcos, eso suena muy fuera de lugar en comparación con el resto de Isaías, donde hay mucho consuelo para el pueblo de Dios.

En Isaías 6, el mensaje pretende despertar al pueblo a fin de que abandone sus malos caminos. En Marcos, la clave para entender las palabras de Jesús se encuentra en Marcos 3:35: para entender las palabras y las enseñanzas de Jesús, uno debe hacer la voluntad de Dios. Eso es lo que convierte a alguien en parte de la familia de Jesús. Quienes ya han decidido que él está poseído por el diablo no escucharán.

El punto de la cita que Jesús hace de Isaías 6:9 y 10 no es que Dios mantiene alejadas a las personas, sino que las propias ideas preconcebidas de estas y su dureza de corazón les impiden aceptar la verdad salvadora.

La verdad es la idea dominante en la parábola del sembrador. Cada cual decide qué tipo de suelo será. Todos deciden por sí mismos si se entregarán o no a Jesús. En última instancia, cada uno de nosotros elige.

Comentarios Elena G.W

Jesús quiso incitar el espíritu de investigación. Trató de despertar a los descuidados, e imprimir la verdad en el corazón. La enseñanza en parábolas era popular, y suscitaba el respeto y la atención, no solamente de los judíos, sino de la gente de otras nacionalidades. No podía él haber empleado un método de instrucción más eficaz. Si sus oyentes hubieran anhelado un conocimiento de las cosas divinas habrían podido entender sus palabras; porque él siempre estaba dispuesto a explicarlas a los investigadores sinceros (Palabras de vida del gran Maestro, p. 11).

Cristo dio a entender a sus discípulos que predicaba por medio de parábolas y escondía las grandes verdades que presentaba mediante expresiones figuradas, para que las personas que no tenían la verdad ni la amaban, aquellos cuyos corazones habían sido desviados por sus propios caracteres y su inclinación a la complacencia propia, no pudieran conocer sus doctrinas…

Nuestro Señor calificó a los oidores infructuosos como escépticos, superficiales o secularizados. Los tales no pueden percibir la gloria moral de la verdad, o su aplicación práctica y personal a sus propios corazones. Carecen de la fe que vence al mundo, y en consecuencia el mundo los vence a ellos (Cada día con Dios, p. 359).

Tenía [Jesús] otra razón para enseñar en parábolas. Entre las multitudes que se reunían a su alrededor había sacerdotes y rabinos, escribas y ancianos, herodianos y príncipes, hombres amantes del mundo, fanáticos, ambiciosos, que deseaban, sobre todas las cosas, encontrar alguna acusación contra él. Sus espías seguían sus pasos día tras día, para hallar alguna palabra de sus labios que pudiera causar su condena y acallar para siempre a Aquel que parecía arrastrar el mundo tras sí. El Salvador entendía el carácter de esos hombres, y presentaba la verdad de tal manera que ellos no pudieran hallar nada en virtud de lo cual presentar su caso ante el Sanedrín. En parábolas reprochaba la hipocresía y las obras malvadas de aquellos que ocupaban altas posiciones, y revestía de lenguaje figurado verdades tan cortantes que, si se las hubiera presentado en forma de denuncia directa, ellos no habrían escuchado sus palabras y bien pronto hubieran puesto fin a su ministerio. Pero mientras eludía a los espías, hacía la verdad tan clara que el error era puesto de manifiesto, y los hombres de corazón sincero aprovechaban sus lecciones. La sabiduría divina, la gracia infinita, eran aclaradas por los objetos de la creación de Dios. Por medio de la naturaleza y los incidentes de la vida, los hombres eran enseñados acerca de Dios. «Las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas». Romanos 1:20.

En la enseñanza en parábolas usada por el Salvador se halla una indicación de lo que constituye la verdadera «educación superior»… En toda su enseñanza, Cristo puso la mente del hombre en contacto con la Mente infinita. No indujo a sus oyentes a estudiar las teorías de los hombres acerca de Dios, su Palabra o sus obras. Les enseñó a contemplarlo tal como se manifestaba en sus obras, en su Palabra y por sus providencias (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 12, 13).

Elena G.W

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