- febrero 25, 2025
Martes 25 de febrero – EL ORIGEN DEL CONFLICTO EN EL CIELO – EL CONFLICTO CÓSMICO
EL CONFLICTO CÓSMICO “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te…

EL CONFLICTO CÓSMICO

“Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón” (Gén. 3: 15).
Martes: 25 de febrero
EL ORIGEN DEL CONFLICTO EN EL CIELO
Génesis 1 al 3 demuestra que el mal existía antes de la caída de Adán y Eva. Aunque el mal no era una realidad concreta en el Edén, conceptualmente, el “mal” ya había aparecido en el nombre del “árbol del conocimiento del bien y del mal” (Gén. 2: 9, 17). Luego, la serpiente (el Diablo) acusó a Dios de mentir cuando era él quien mentía. La existencia de la serpiente (Apoc. 12: 9) junto con su mentira muestran la realidad de la existencia del mal allí. Por lo tanto, la presencia del mal es manifiesta incluso en el Edén y antes de la Caída.
Lee Ezequiel 28: 12 al 19 a la luz de Éxodo 25: 19 y 20. ¿Cuál es la naturaleza de la caída de este ser?
Ezequiel 28: 12-19
12 Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
Éxodo 25: 19-20
19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.
Según este pasaje, el origen del mal y del Conflicto Cósmico comenzó en el Cielo.
Antes de caer, el ser que llegó a ser conocido como Satanás era un querubín, o ángel protector. Además de ser identificado como un querubín, era “el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y de acabada hermosura”, y estaba “en el Edén, en el huerto de Dios” (Eze. 28: 12, 13). Ninguna de estas cosas podría decirse del rey de Tiro ni de ningún otro ser humano. Por lo tanto, sabemos que en ese texto se describe la caída de Lucifer.
Lee Isaías 14: 12 al 15. ¿Qué luz adicional arroja esto sobre el origen del Gran Conflicto?
Isaías 14: 12-15
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Según Isaías 14, Lucifer decidió exaltarse y hacerse semejante a Dios. Este versículo complementa lo que vimos en Ezequiel 28, donde se dice que “se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura” (Eze. 28: 17), lo que debería haberlo llevado a glorificar al Dios que lo hizo hermoso. En cambio, se volvió orgulloso. Peor aún, ese orgullo lo condujo a pretender ocupar el lugar de Dios y a calumniarlo. La expresión hebrea traducida como “trato comercial” en Ezequiel 28: 16 también significa “calumnia”, una indicación de cómo Satanás opera contra Dios y contra nosotros.
¿Cómo entendemos el hecho de que Lucifer, quien cayó, era originalmente “perfecto” desde el momento en que había sido creado “hasta que se halló […] maldad” en él (Eze. 28: 15)? ¿Cómo podría un ser perfecto caer a menos que su perfección incluyera la libertad moral, o libre albedrío?
Ezequiel 28: 15
15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
Comentarios Elena G.W
El pecado nació en aquel que, después de Cristo, había sido el más honrado por Dios y el más exaltado en honor y en gloria entre los habitantes del cielo. Antes de su caída, Lucifer era el primero de los querubines que cubrían el propiciatorio santo y sin mácula. «Así dice Jehová el Señor: ¡Tú eres el sello de perfección, lleno de sabiduría, y consumado» en hermosura! En el Edén, jardín de Dios, estabas; de toda piedra preciosa era tu vestidura». «Eras el querubín ungido que cubrías con tus alas; yo te constituí para esto; en el santo monte de Dios estabas, en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que la iniquidad fue hallada en ti». Ezequiel 28:12-15 (El conflicto de los siglos, p. 484, 485).
Lucifer habría podido seguir gozando del favor de Dios, amado y honrado por toda la hueste angélica, empleando sus nobles facultades para beneficiar a los demás y para glorificar a su Hacedor. Pero el profeta dice: «Se te ha engreído el corazón a causa de tu hermosura; has corrompido tu sabiduría con motivo de tu esplendor». Ezequiel 28:17. Poco a poco, Lucifer se abandonó al deseo de la propia exaltación. «Has puesto tu corazón como corazón de Dios». «Tú… que dijiste:… ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, me sentaré en el Monte de Asamblea; me remontaré sobre las alturas de las nubes; seré semejante al Altísimo!» Ezequiel 28:6; Isaías 14:13, 14 (VM). En lugar de procurar que Dios fuese objeto principal de los afectos y de la obediencia de sus criaturas, Lucifer se esforzó por granjearse el servicio y el homenaje de ellas. Y, codiciando los honores que el Padre Infinito había concedido a su Hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba a un poder que solo Cristo tenía derecho a ejercer (El conflicto de los siglos, p. 485).
Lo que significa la desobediencia se echa de ver en la historia de Satanás, que por causa de ella fue expulsado del cielo. Los mayores talentos y los dones más elevados que se podía otorgar a un ser creado se le concedieron a Lucifer, el querubín cubridor. Antes de su caída era un ser glorioso, que ocupaba un puesto próximo al de Cristo, pero trató de ser igual a Dios y acarreó sobre sí mismo una ruina inexorable.
Frente a esta lección ocultémonos en Cristo. El es la fuente de toda sabiduría, toda inteligencia y todo poder. Veamos en la cruz de Cristo la única garantía de nuestra salvación. Consideremos al Salvador que dio su vida por nosotros, para que podamos ser cristianos. Los que luchan por vivir una vida cristiana están combatiendo contra las mentiras del diablo. ¿Podemos dudar acerca del resultado de este conflicto? Dios vive, Dios reina y cada día hace milagros (Cada día con Dios, p. 285).