Martes 28 de mayo – EL SÁBADO Y LA LEY – EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS “Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto…

 Martes 28 de mayo – EL SÁBADO Y LA LEY – EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

“Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apoc. 12:17).

Martes: 28 de mayo

EL SÁBADO Y LA LEY

Lee Apocalipsis 14:6 y 7; 4:11; Génesis 2:1 al 3; y Éxodo 20:8 al 11. ¿Cuál es la relación entre la Creación, el sábado y la Ley de Dios?

 

Apocalipsis 14:6-7

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

 

Apocalipsis 4:11

11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

 

Génesis 2:1-3

1Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

 

Éxodo 20:8-11

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.

La Creación habla de nuestro valor a la vista de Dios. No estamos solos en el universo, no somos una partícula de polvo cósmico ni un accidente genético. En otras palabras, la hipótesis científica común de los orígenes de la vida, que ha sido acogida por los medios de comunicación y la cultura popular, presenta una visión de nuestros orígenes que es en todos los sentidos incompatible con el relato bíblico.

Estamos aquí porque Jesús nos creó. Y él es digno de nuestra adoración no solo porque nos creó, sino también porque nos redimió. La Creación y la Redención son la esencia de toda verdadera adoración. Por lo tanto, el sábado es vital para entender el Plan de Salvación. El sábado habla del cuidado del Creador y del amor del Redentor.

Al concluir la semana de la Creación, Dios descansó en la belleza y la majestuosidad del mundo que había creado. También descansó como ejemplo para nosotros. El sábado es una pausa semanal para alabar a aquel que nos hizo. Cuando adoramos en sábado, abrimos nuestro corazón para recibir la bendición especial que él puso en ese día, no en cualquier otro día.

El sábado nos señala a un Creador que nos amó demasiado como para abandonarnos cuando nos desviamos de su propósito para nosotros. El sábado es un símbolo eterno de nuestro descanso en él. Es una señal especial de lealtad al Creador (Eze. 20:12, 20). Es un símbolo de descanso, no de obras; de gracia, no de legalismo; de seguridad, no de condenación; de dependencia de Dios para la salvación, no de nosotros mismos. El verdadero descanso sabático es el descanso de la gracia en los brazos amorosos de aquel que nos creó, de aquel que nos redimió, de aquel que volverá a buscarnos.

El mensaje de Apocalipsis 14, el mensaje divino del tiempo del fin para el mundo, llama a la gente a descansar en su amor y cuidado cada sábado. Nos llama a recordar a aquel que nos creó y a darle gloria. La observancia del sábado es también un nexo entre la perfección del Edén y la gloria de los cielos nuevos y la Tierra Nueva. Nos recuerda que un día se restaurará el esplendor del Edén.

La mayoría de los adventistas del séptimo día han sido acusados de ser legalistas, y esa acusación suele estar relacionada con nuestra observancia del sábado. Analiza el sábado como símbolo de la Redención y la justificación por la fe. ¿Por qué obedecer el mandamiento de Dios de descansar haría que la gente piense que estamos tratando de abrirnos camino al Cielo?

Comentarios Elena G.W

Os amonesto: no coloquéis vuestra influencia contra los mandamientos de Dios. Esa ley es tal como Jehová la escribió en el templo del cielo. El hombre puede hollar su copia terrenal, pero el original se conserva en el arca de Dios en el cielo; y sobre la cubierta de esa arca, precisamente encima de esa ley está el propiciatorio. Jesús está allí mismo, delante de esa arca, para mediar por el hombre…

Nada escrito sobre esas tablas podía ser raído. El precioso registro de la ley fue colocado en el arca del testamento y está todavía allí, oculto y a salvo, de la familia humana. Pero en el tiempo señalado por Dios, él sacará esas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia de sus mandamientos y contra el culto idolátrico de un día de reposo falsificado (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, p. 1123).

«La importancia del sábado, como institución conmemorativa de la creación, consiste en que recuerda siempre la verdadera razón por la cual se debe adorar a Dios», porque él es el Creador, y nosotros somos sus criaturas. «Por consiguiente, el sábado forma parte del fundamento mismo del culto divino, pues enseña esta gran verdad del modo más contundente, como no lo hace ninguna otra institución. El verdadero motivo del culto divino, no tan solo del que se tributa en el séptimo día, sino de toda adoración, reside en la distinción existente entre el Creador y sus criaturas. Este hecho capital no perderá nunca su importancia ni debe caer nunca en el olvido» (J. N. Andrews, History of the Sabbath, cap. 27). Por eso, es decir, para que esta verdad no se borrara nunca de la mente de los hombres, instituyó Dios el sábado en el Edén y mientras el ser él nuestro Creador siga siendo motivo para que le adoremos, el sábado seguirá siendo señal conmemorativa de ello (El conflicto de los siglos, p. 433).

[El sábado] nos presenta a Cristo como Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: «Diles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico» (Ezequiel 20:12), es decir, que los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de Cristo para santificarnos. Es dado a todos aquellos a quienes Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios…

A todos los que reciban el sábado como señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una delicia. Viendo a Cristo en él, se deleitan en él. El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder redentor. Al par que recuerda la perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador (El Deseado de todas las gentes, pp. 255, 256).

Elena G.W

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