Cristo les dijo a sus discípulos que en el mundo tendrían tribulación. Serian llevados a la presencia de reyes y gobernantes por causa de Jesús. Se les levantaría toda clase de calumnias, y los que les quitaran la vida creerían estar sirviendo a Dios. Y, en el transcurso de los siglos, todos los que vivieron vidas piadosas, han sufrido persecución de una u otra manera…Soportaron todos los ultrajes, ofensas y crueldades que Satanás pudo inspirar a las mentes humanas.
El mundo está actualmente en pugna con la religión genuina tal como lo ha estado siempre…
Surgirá el espíritu de persecución…contra los fieles, que no transigen con el mundo, ni se dejan influir por sus opiniones, su favor u oposición. Una religión que da testimonio en favor de la santidad, que reprende el orgullo, el egoísmo, la avaricia y los pecados de moda, será odiada por el mundo y por los cristianos superficiales. No os asombréis, jóvenes amigos, si el mundo os detesta; porque odió al Maestro antes que a vosotros. Cuando sufrís vituperio y persecución, estáis en excelente compañía; porque Jesús soportó todo eso y mucho más. Si sois fieles centinelas de Dios, esas aflicciones son un honor para vosotros. Los espíritus heroicos, que permanezcan fieles aunque estén solos, serán los que ganarán la corona incorruptible. . . .
El camino que lleva a la vida eterna es estrecho y angosto, y tendréis que avanzar venciendo muchas dificultades; más merced a un esfuerzo perseverante podréis ganar la vida eterna: el patrimonio futuro e inmortal. Y el descanso y la paz, y la gloria al final de la jornada pagarán con creces cada esfuerzo y sacrificio que podáis hacer. (YI, 28-05-1884) (72)