Miércoles 13 de marzo – SEGURIDAD Y PAZ DE SION – EL ANHELO DE DIOS EN SION

EL ANHELO DE DIOS EN SION “Anhelo y ardientemente deseo los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne cantan…

 Miércoles 13 de marzo – SEGURIDAD Y PAZ DE SION – EL ANHELO DE DIOS EN SION

EL ANHELO DE DIOS EN SION

“Anhelo y ardientemente deseo los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Sal. 84:2).

Miércoles: 13 de marzo

SEGURIDAD Y PAZ DE SION

Lee Salmo 46:1 al 7. ¿Cómo se describe el mundo en forma poética?

 

Salmo 46:1-7

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

El salmo ofrece una vívida descripción del mundo en crisis, y lo retrata con imágenes de desastres naturales de una intensidad sin precedentes (Sal. 46:2, 3). La imagen de las aguas turbulentas suele representar a las naciones rebeldes y los diversos problemas que los impíos causan en el mundo (Sal. 93:3, 4; 124:2-5). Del mismo modo, en Salmo 46, las imágenes de las calamidades naturales representan el mundo controlado por las naciones que desatan guerras (Sal. 46:6).

Evidentemente, es un mundo sin el conocimiento de Dios, porque Dios está en medio de su pueblo, y donde Dios mora abunda la paz (Sal. 46:4, 5). Sin embargo, aunque el mundo lo rechaza, Dios no abandona al mundo. Dios está presente en el mundo porque está en medio de su pueblo. En otras palabras, sin importar las malas condiciones, la presencia de Dios está aquí, en el mundo, y podemos obtener esperanza y aliento del conocimiento de esta verdad fundamental.

El Señor, que es el refugio perfecto, es la Fuente de la paz y la seguridad duraderas de Sion. La palabra que destaca la seguridad de Sion es “aunque” en Salmo 46:3. Aunque el mundo está convulsionado, el pueblo de Dios está a salvo. Esto demuestra que la paz no es el resultado de la ausencia total de pruebas, sino el don de Dios para los hijos que confían en él. La confianza incondicional en Dios puede hacer que el hijo de Dios esté en paz y seguro en medio de la tormenta (Mat. 8:23-27). La pregunta que se plantea es: ¿Dejará Dios al mundo a merced de sus decisiones y de sus acciones destructivas para siempre?

Lee Salmo 46:6 al 11. ¿Cuál es la respuesta de Dios a la violencia y la destrucción del mundo?

 

Salmo 46:6-11

Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. 10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. 11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Dios responde con tal grado de disgusto que su palabra, que había creado la Tierra, ahora hace que la Tierra se derrita (Sal. 46:6). Sin embargo, el derretimiento no termina en destrucción, sino en renovación. Observa que Dios extiende su paz desde Sion hasta los confines de la Tierra. Dios hará cesar las guerras y extinguirá los instrumentos de destrucción que las naciones impías utilizaron para traer opresión al mundo (Sal. 46:9). Esta es la gran esperanza que tenemos los cristianos, que se verificará en la segunda venida de Jesús.

¿Cómo aprendemos a tener paz y a confiar en Dios en medio de un mundo que, efectivamente, tiene tanta agitación?

Comentarios Elena G.W

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas. Salmo 84:5…

[La vida de Enoc] fue lo que puede ser la vida de cada persona que vive cerca de Dios. Debiéramos recordar que Enoc estuvo rodeado de influencias impías. La sociedad que lo rodeaba era tan depravada que Dios trajo el diluvio sobre el mundo para destruir a sus habitantes, a causa de su corrupción…

José conservó su integridad cuando estuvo rodeado de idólatras en Egipto, en medio del pecado, la blasfemia e influencias corruptoras. Cuando fue tentado a apartarse de la senda de la virtud su respuesta fue: «¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?» Génesis 39:9. Enoc, José y Daniel dependieron de una fuerza que era infinita; y este es el único camino seguro para los cristianos de hoy (Reflejemos a Jesús, p. 299).

Ya ha llegado el tiempo en que en un momento podremos estar pisando tierra firme, y en el siguiente la tierra estará moviéndose debajo de nuestros pies. Ocurrirán terremotos cuando menos se los espere.

En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre.

Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por el solevantamiento de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y tierra. Habrá formidables terremotos y gran destrucción de vidas humanas (Eventos de los últimos días, pp. 25, 26).

Si hoy tomásemos tiempo para ir a Jesús y contarle nuestras necesidades, no quedaríamos chasqueados; él estaría a nuestra diestra para ayudarnos. Necesitamos más sencillez, más confianza en nuestro Salvador…

En todos los que reciben la preparación divina, debe revelarse una vida que no está en armonía con el mundo, sus costumbres o prácticas; y cada uno necesita tener experiencia personal en cuanto a obtener el conocimiento de la voluntad de Dios. Debemos oírle individualmente hablarnos al corazón. Cuando todas las demás voces quedan acalladas, y en la quietud esperamos delante de él, el silencio del alma hace más distinta la voz de Dios. Nos invita: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios». Salmo 46:10. Solamente allí puede encontrarse verdadero descanso. Y esta es la preparación eficaz para todo trabajo que se haya de realizar para Dios. Entre la muchedumbre apresurada y el recargo de las intensas actividades de la vida, el alma que es así refrigerada quedará rodeada de una atmósfera de luz y de paz. La vida respirará fragancia, y revelará un poder divino que alcanzará a los corazones humanos (El Deseado de todas las gentes, pp. 330, 331).

Elena G.W

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