Miércoles 22 de marzo – LAS RECOMPENSAS DE LA FIDELIDAD

LAS RECOMPENSAS DE LA FIDELIDAD “Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel! Sobre poco has sido fiel, sobre…

 Miércoles 22 de marzo – LAS RECOMPENSAS DE LA FIDELIDAD

LAS RECOMPENSAS DE LA FIDELIDAD

“Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel! Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor’” (Mat. 25:21).

Miércoles: 22 de Marzo

EL AJUSTE DE CUENTAS

Cerca del final del ministerio de Jesús, sus discípulos se le acercaron a solas y le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del mundo?” (Mat. 24:3). Jesús entonces dedica dos capítulos a responder sus preguntas. Mateo 24 habla de señales en el mundo que nos rodea, como guerras, desastres y demás. Luego, Mateo 25 habla de las condiciones en la iglesia justo antes de que Jesús regrese. Tres historias ilustran estas condiciones. Una de ellas es la parábola de los talentos, que habla sobre de qué manera su pueblo utilizó los dones que Dios le había dado.

Lee Mateo 25:14 al 19. ¿Quién es el que viaja a un país lejano? ¿A quién le confía sus bienes? ¿Qué significa “arreglar cuentas” (ver Mat. 25:19)?

A veces pensamos en los talentos como dones naturales, como cantar, hablar y demás, pero en la historia análoga de las minas en Lucas 19:12 al 24 se menciona específicamente el dinero y su administración. Elena de White también declaró: “Se me mostró que la parábola de los talentos no ha sido plenamente comprendida. Esta importante lección fue dada a los discípulos para beneficio de los creyentes que viviesen en los postreros días. Y estos talentos no representan solamente la capacidad de predicar e instruir acerca de la Palabra de Dios. La parábola se aplica a los recursos temporales que Dios ha confiado a su pueblo” (TI 1:181).

Lee Mateo 25:20 al 23. ¿Qué dice Dios a quienes fueron administradores fieles del dinero al apoyar su causa? ¿Qué significa “entra en el gozo de tu señor” (Mat. 25:23)?

Es muy natural que pensemos que la otra persona tiene más talentos que nosotros y, por lo tanto, es más responsable ante Dios. Sin embargo, en esta historia es la persona con un solo talento, la menor cantidad de dinero, la que resultó ser infiel y perdió el Reino. En lugar de pensar en las responsabilidades de los demás, concentrémonos en lo que Dios nos ha confiado a nosotros y cómo podemos usarlo para su gloria.

¿Cuán bien te irá cuando Dios venga a “arreglar cuentas” contigo?

Comentarios Elena G.W

Pretendemos ser cristianos que esperan la segunda venida de nuestro Señor en las nubes del cielo. ¿Qué haremos entonces con nuestro tiempo, nuestra comprensión y nuestras posesiones, los que no nos pertenecen, sino que nos han sido confiados para probar nuestra honradez? Llevémoslos a Jesús. Utilicemos nuestras riquezas para el adelantamiento de su causa. En esa forma obedeceremos esta orden: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtar. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Mateo 6: 19-21. Algunos creen que los talentos han sido dados tan solo a cierta clase favorecida, con exclusión de muchos, quienes por supuesto no son invitados a participar de los trabajos ni de las recompensas. Pero la parábola no enseña las cosas en esa forma. Cuando el Señor de la casa llamó a sus siervos, a cada uno dio su obra. Toda la familia de Dios está incluida en la responsabilidad de utilizar los bienes de su Señor (Consejos sobre mayordomía cristiana, pp. 122, 123). Todos, encumbrados y humildes, ricos y pobres, han sido dotados con talentos por su Maestro; algunos con más, y otros con menos, de acuerdo con sus diversas aptitudes. La bendición de Dios descansará sobre los obreros fervientes, amantes y diligentes. Su inversión será exitosa y conseguirán almas para el reino de Dios, y para ellos mismos un tesoro inmortal. Todos poseen facultades morales y han recibido del cielo los beneficios. La cantidad de talentos es proporcional a las habilidades poseídas por cada uno. Dios a todos asigna su obra, y espera que le devuelvan de acuerdo a las diversas capacidades a cada uno confiadas. No espera el producto de diez talentos del hombre a quien ha dado uno solo. No espera que una persona pobre dé donativos como un rico. No espera del débil y enfermo la actividad y fuerza del que está sano. El talento único utilizado en la mejor forma posible Dios lo aceptará "según lo que uno tiene, no según lo que no tiene". 2 Corintios 8:12 (Consejos sobre mayordomía cristiana, pp. 124, 125). Nos ha prestado un capital para que lo invirtamos. Este no es de nuestra propiedad; y desagradamos a Dios si amontonamos los bienes del Señor o si los gastamos a nuestro capricho. Somos responsables por el uso o el abuso de lo que Dios nos ha prestado. Si este capital que el Señor ha colocado en nuestras manos permanece dormido, o si lo enterramos, aunque sea un solo talento, el Maestro nos pedirá cuenta de ello. El requiere, no lo nuestro, sino lo suyo propio con intereses. Cada talento que vuelve al Señor será analizado cuidadosamente. Las acciones y los cargos de los siervos de Dios no serán considerados como asuntos de poca importancia. Se tratará personalmente con cada uno, y se le pedirá que rinda cuenta de los talentos que le fueron confiados, sea que los haya aprovechado o que haya abusado de ellos. La recompensa dada estará en proporción con los talentos aprovechados. El castigo impartido estará de acuerdo con los talentos mal utilizados (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 125).

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