Octubre 21 – JESÚS COMO JOVEN – Mi Vida Hoy

Es admirable por su el breve relato de sus primeros años: “Y el niño fortaleciese, y se henchía de sabiduría; y la gracia de, Dios era sobre él”.  En el resplandor del rostro de su Padre, Jesús “crecía en sabiduría y en edad  en gracia para con Dios y los hombres”. Su inteligencia era viva y aguda: tenía una reflexión y una sabiduría que superaba sus años. Sin embargo, su carácter era de hermosa simetría. Las facultades de su intelecto y de cuerpo se desarrollaban gradualmente, en armonía con las leyes de la niñez.

Durante su niñez Jesús manifestó una disposición especialmente amable. Sus voluntarias manos estaban siempre listas para servir a otros, Revelaba una paciencia que nada podía perturbar, y una veracidad que nunca sacrificaba la integridad.  En los buenos principios, era firme como una roca, y su vida revelaba la gracia de una cortesía desinteresada. 

Con profundo interés, la madre de Jesús miraba el desarrollo de sus facultades, y contemplaba la perfección de su carácter. Con deleite trataba de estimular esa mentalidad inteligente y respectiva… De labios de ella y de los cultos de los profetas, aprendió Jesús las cosas celestiales. Las mismas palabras que él había hablado a Israel por medio Moisés, le fueron enseñadas sobre las rodillas de su madre. Y al pasar de la niñez a la adolescencia, no frecuentó las escuelas de los rabinos. No necesitaba  la educación que podía obtenerse de tales porque Dios era su instructor…

Puesto que él adquirió saber como nosotros podemos adquirirlo, su conocimiento íntimo de las Escrituras nos demuestra cuán diligentemente dedicó sus primeros años al estudio de la Palabra de Dios…Desde el primer destello de inteligencia, estuvo constantemente creciendo en gracia y conocimiento de la verdad. (DTG:54-56) (308)