Sábado 19 de abril – LAS NACIONES – PRIMERA PARTE

LAS NACIONES – PRIMERA PARTE “Y le fue dado dominio, y gloria y reino; y todos los pueblos, naciones y…

 Sábado 19 de abril – LAS NACIONES – PRIMERA PARTE

LAS NACIONES – PRIMERA PARTE

“Y le fue dado dominio, y gloria y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es eterno, que nunca pasará, y su reino nunca será destruido” (Dan. 7:14).

Sábado: 19 de abril

LAS NACIONES – PRIMERA PARTE

El Apocalipsis presenta las soluciones de Dios para nuestro mundo caído. En los últimos capítulos se restablece el acceso al Árbol de la Vida, se levanta la maldición y somos readmitidos en la presencia de Dios. En cierto modo, el Apocalipsis es el libro de Génesis al revés, por lo que este sigue siendo una clave importante para entender cómo se originaron los problemas del mundo.

Uno de los temas clave tanto en Daniel como en Apocalipsis es el gobierno del mundo, una sucesión de intentos humanos de controlar un planeta que pertenece legítimamente a Dios y al que, cuando este horrible episodio de pecado y rebelión termine para siempre, él volverá a gobernar con justicia.

El largo proceso que conduce a ese momento abarca miles de años de experimentos humanos en materia de autonomía que nunca han funcionado, ni siquiera aquellos que proclaman los ideales más elevados, pero nunca alcanzados. Gran parte de la triste historia de la humanidad a lo largo de los siglos no es más que el relato de la tragedia que estos sistemas fallidos han traído sobre la humanidad. Más aún, todo empeorará hasta que se establezca finalmente el “reino eterno” de Dios (Dan. 7:27).

Comentarios Elena G.W

Cuando la iglesia primitiva se corrompió al apartarse de la sencillez del evangelio y al aceptar costumbres y ritos paganos, perdió el Espíritu y el poder de Dios; y para dominar las conciencias buscó el apoyo del poder civil. El resultado fue el papado, es decir, una iglesia que dominaba el poder del estado y se servía de él para promover sus propios fines y especialmente para extirpar la «herejía». Para que los Estados Unidos formen una imagen de la bestia, el poder religioso debe dominar de tal manera al gobierno civil que la autoridad del estado sea empleada también por la iglesia para cumplir sus fines.

Siempre que la iglesia alcanzó el poder civil, lo empleó para castigar a los que no admitían todas sus doctrinas. Las iglesias protestantes que siguieron las huellas de Roma al aliarse con los poderes mundanos, manifestaron el mismo deseo de restringir la libertad de conciencia…

Fue la apostasía lo que indujo a la iglesia primitiva a buscar la ayuda del gobierno civil, y esto preparó el camino para el desarrollo del papado, sipibolizado por la bestia. San Pablo lo predijo al anunciar que vendría «la apostasía», y sería «revelado el hombre de pecado». 2 Tesalonicenses 2:3 (VM). De modo que la apostasía en la iglesia preparará el camino para la imagen de la bestia (El conflicto de los siglos, pp. 496, 497).

En el capítulo 12 del Apocalipsis tenemos como símbolo un gran dragón rojo. En el versículo 9 de ese capítulo este símbolo se explica de la siguiente manera: «Y fue lanzado filera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él». Apocalipsis 12:9. Indudablemente, el dragón representa principalmente a Satanás. Pero Satanás no aparece sobre la tierra en persona; obra por medio de agentes. Fue en la persona de hombres malvados que procuró destruir a Jesús tan pronto como nació. Dondequiera que Satanás ha podido controlar un gobierno tan plenamente que llevara a cabo sus designios, esa nación se convirtió, durante ese tiempo, en representante de Satanás. Este fue el caso de todas las grandes naciones paganas. Por ejemplo, lea Ezequiel 28, donde Satanás es representado como el rey de Tiro. Esto se debía a que él controlaba totalmente ese gobierno. Durante los primeros siglos de la era cristiana, Roma, de entre todas las naciones paganas, era el principal agente de Satanás en su oposición al evangelio, y por lo tanto estaba representada por el dragón (The Great Controversy, edición de 1888, pp. 679, 680).

Elena G.W

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