Sábado 25 de mayo – EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS “Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto…

 Sábado 25 de mayo – EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

“Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apoc. 12:17).

Sábado: 25 de mayo

EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS

Mediante el estudio intensivo de la Biblia, los adventistas llegaron a comprender el significado de la Ley en el Lugar Santísimo del Santuario celestial. Al analizar la esencia de la Ley de Dios, descubrieron también el significado del sábado, el cuarto Mandamiento. De hecho, este Mandamiento, más que ningún otro, identifica claramente a Dios como nuestro Creador, el fundamento de toda verdadera adoración; un tema que será especialmente relevante en los últimos días de la historia de la Tierra (ver Apoc. 14:6-12).

Desde el principio, el objetivo de Satanás ha sido frustrar la adoración a Dios y socavar la Ley divina. Sabe que ofender “en un solo punto” significa ser “culpable de todos” (Sant. 2:10); por eso, incita a la gente a transgredir la Ley de Dios. Satanás odia el sábado porque nos recuerda quién es nuestro Creador y có- mo debemos adorarlo. Pero este día también está inscrito en la Ley de Dios. Como la Ley es lo que define el pecado, en la medida que la gente busque ser fiel a Dios su Ley debe continuar siendo válida, incluyendo el mandamiento del sábado.

El objetivo de esta lección es mostrar el vínculo entre el Santuario, la Ley de Dios, el sábado y la crisis que se avecina en torno a la marca de la bestia. También exploraremos la relevancia del sábado para la generación del tiempo del fin.

Esta lección se basa en El conflicto de los siglos, capítulos 25 al 27.

Comentarios Elena G.W

El germen que se halla en la semilla crece en virtud del desarrollo del principio de vida que Dios ha implantado en él. Su desarrollo no depende del poder humano. Tal ocurre con el reino de Cristo. Es una nueva creación. Sus principios de desarrollo son opuestos a los que rigen los reinos de este mundo. Los gobiernos terrenales prevalecen por la fuerza física; mantienen su dominio por la guerra; pero el Fundador del nuevo reino es el Príncipe de Paz. El Espíritu Santo representa a los reinos del mundo bajo el símbolo de bestias fieras de rapiña; pero Cristo es el «Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo».  En su plan de gobierno no hay empleo de fuerza bruta para forzar la conciencia. Los judíos esperaban que el reino de Dios se estableciese en la misma forma que los reinos del mundo. Para promover la justicia ellos recurrieron a las medidas externas. Trazaron métodos y planes. Pero Cristo implanta un principio. inculcando la verdad y la justicia, contrarresta el error y el pecado (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 54, 55).

[N]o fue tan solo para realizar la redención del hombre para lo que Cristo vino a la tierra a sufrir y morir. Vino para engrandecer la ley y hacerla honorable. Ni fue tan solo para que los habitantes de este mundo respetasen la ley cual debía ser respetada, sino también para demostrar a todos los mundos del universo que la ley de Dios es inmutable. Si las exigencias de ella hubiesen podido descartarse, el Hijo de Dios no habría necesitado dar su vida para expiar la transgresión de ella. La muerte de Cristo prueba que la ley es inmutable. Y el sacrificio al cual el amor infinito impelió al Padre y al Hijo a fin de que los pecadores pudiesen ser redimidos, demuestra a todo el universo y nada que fuese inferior a este plan habría bastado para demostrarlo— que la justicia y la misericordia son el fundamento de la ley y del gobierno de Dios (El conflicto de los siglos, p. 493).

Satanás obra constantemente, con intensa energía y bajo miles de disfraces, para desfigurar el carácter y el gobierno de Dios. Con planes abarcantes y bien organizados y con maravilloso poder, trabaja por mantener engañados a los habitantes del mundo. Dios, el Ser infinito y omnisciente, ve el fin desde el principio, y al hacer frente al mal trazó planes extensos y de gran alcance. Se propuso no solo aplastar la rebelión, sino también demostrar a todo el universo la naturaleza de esta. El plan de Dios se iba desarrollando y a la vez que revelaba su justicia y su misericordia, vindicaba plenamente su sabiduría y equidad en su trato con el mal…

Mediante el desarrollo del gran conflicto, Dios demostrará los principios de su gobierno, los cuales han sido falseados por Satanás y por todos los que él ha engañado. La justicia de Dios será finalmente reconocida por todo el mundo (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 64, 65).

Elena G.W

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