Septiembre 04 – GOCÉMONOS EN EL SEÑOR – Mi Vida Hoy

Por medio de Jesús, los hijos caídos de Adán son hechos “hijos de Dios.” “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, de una misma naturaleza son; por cuya causa no se avergüenza de llamarlos hermanos.” La vida del cristiano debe ser una vida de fe, de victoria y de gozo en Dios. “Todo aquel que es engendrado de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que vence al mundo, es a saber, nuestra fe.” Con razón dijo Nehemías, el siervo de Dios, “el gozo de Jehová os da esfuerzo.” Y también San Pablo: “¡Regocijaos en el Señor siempre! otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. En todo dad gracias a Dios; porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros”.

Tales son los frutos de la conversión y de la santificación según la Biblia. (CS:531)

Su carácter [del hombre verdaderamente justo] está tan embargado de amor hacia Dios y sus semejantes que hace las obras de Cristo con buena voluntad.

Todos los que se encuentran dentro del radio de su influencia advierten la hermosura y fragancia de su vida “cristiana, aun cuando él no se da cuenta de ello, pues todo eso está de acuerdo con sus costumbres y tendencias. Ora pidiendo la luz divina, y se goza al andar bajo esa luz. Su comida y bebida es hacer la voluntad de su Padre celestial. Su vida está escondida con Cristo en Dios; sin embargo, no se jacta de ello; ni siquiera parece advertirlo. Dios se complace en los mansos y humildes que siguen estrictamente las pisadas del Maestro. Los ángeles se acercan a ellos y se deleitan en detenerse en su camino. Tal vez se vean despreciados por los que pretenden haber logrado grandes triunfos y por los que se complacen en destacar sus buenas acciones; mas los ángeles celestiales se inclinan afectuosamente sobre ellos y forman una pared de fuego a su alrededor…Al hombre se le confiere el privilegio de llegar a ser heredero de Dios y coheredero con Cristo. (Santificación:11-14) (260)