Septiembre 07 – LA VIDA TEMPERANTE DE DANIEL – Mi Vida Hoy

La vida de Daniel es una inspirada ilustración de lo que constituye un carácter santificado Nos enseña uña lección a todos, y especialmente a los jóvenes. Cuando se cumple estrictamente la voluntad de Dios, se beneficia la salud del cuerpo y de la mente. A fin de alcanzar la norma más elevada en el orden de las actividades morales e intelectuales, es necesario buscar sabiduría y fuerza de Dios, y manifestar estricta templanza en todos los hábitos de la vida. En el caso de Daniel y sus compañeros tenemos un ejemplo del triunfo del principio sobre la tentación de la gula. Con eso nos revela que merced a los principios religiosos los jóvenes pueden vencer la concupiscencia de la carne, y permanecer fieles a los requisitos divinos, aun cuando sea a costa de gran sacrificio. (Santificación:18-19)

Daniel era un siervo devoto del Altísimo. Su larga vida fue un cúmulo de nobles acciones de servicio a favor de su Maestro. Su pureza de carácter e inconmovible fidelidad se equiparan únicamente con su humildad de corazón y su contrición frente a Dios. Repetimos: La vida de Daniel es una ilustración inspirada de la verdadera santificación. (Santificación:39)

Dondequiera que estén, los que están realmente santificados elevarán las normas morales observando costumbres rectas en el orden físico y presentando a los demás, como lo hizo Daniel, un ejemplo de templanza y negación del yo…

¡Con cuánto cuidado deberían regular sus costumbres los cristianos, para conservar el vigor pleno de todas sus facultades, para entregarlas al servicio de Cristo! (GH, 11-1882)

El que conserva con amor la luz que Dios le ha dado respecto a la reforma pro salud, dispone de un importante auxiliar en la obra de lograr la santificación por medio de la verdad y de prepararse para la inmortalidad. (CDF:59-60) (263)