Viernes 23 de febrero – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – SABIDURÍA PARA VIVIR CON RECTITUD

SABIDURÍA PARA VIVIR CON RECTITUD “Enséñanos a contar nuestros días de modo que nuestro corazón adquiera sabiduría” (Sal. 90:12). Viernes:…

 Viernes 23 de febrero – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – SABIDURÍA PARA VIVIR CON RECTITUD

SABIDURÍA PARA VIVIR CON RECTITUD

“Enséñanos a contar nuestros días de modo que nuestro corazón adquiera sabiduría” (Sal. 90:12).

Viernes: 23 de febrero

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
En estos tiempos modernos, obtener sabiduría parece no ser tan deseable como alcanzar la felicidad. La gente prefiere más ser feliz que sabia. Sin embargo, ¿podemos ser verdaderamente felices y vivir una vida plena sin la sabiduría divina? Los salmos afirman claramente que no. Lo bueno es que no se nos pide que elijamos entre la sabiduría y la felicidad; la sabiduría divina trae la verdadera felicidad. Un simple ejemplo de la lengua hebrea puede ilustrar este argumento. En hebreo, la palabra “paso” en plural (ashuré) suena muy parecida a la palabra “felicidad” (ashré). Aunque en las traducciones al español pasamos por alto esta asociación, transmite un poderoso mensaje: Los “pasos” que siguen el camino de Dios conducen a una vida “feliz” (Sal. 1:1; 17:5; 37:31; 44:18; 89:15; Sal. 119:1). En la Biblia, ni la sabiduría ni la felicidad son un concepto abstracto, sino una experiencia real. Se encuentran en la relación con Dios, que consiste en reverenciar, alabar, encontrar fortaleza y confiar en Dios. Salmo 25:14 dice que “el Señor da su secreto a quienes lo honran, a ellos les da a conocer su pacto”. “Agradécele a Dios por las hermosísimas imágenes que él nos ha presentado. Reunamos las benditas certezas de su amor para poder contemplarlas continuamente: el Hijo de Dios, que dejó el Trono de su Padre y revistió su divinidad con la humanidad para poder rescatar al hombre del poder de Satanás; su triunfo en favor de nosotros, que nos abrió el Cielo, revelándole a la visión humana la sala de audiencia donde la Deidad descubre su gloria; la raza caída, levantada de lo profundo de la ruina en que el pecado la ha sumergido, puesta de nuevo en relación con el Dios infinito y, después de soportar la prueba divina mediante la fe en nuestro Redentor, vestida de la justicia de Cristo y exaltada a su Trono; estas son las imágenes que Dios desea que contemplemos” (Elena de White, El camino a Cristo, p. 119).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
  1. ¿Cómo puede la Palabra de Dios convertirse en la fuente de nuestro deleite en vez de ser una mera instrucción? ¿Qué relación hay entre alimentarse de la Palabra de Dios y permanecer en Jesucristo, la Palabra (Juan 1:1; 15:5, 7)?
  1. ¿Qué sucede cuando la gente rechaza consciente y constantemente la enseñanza de Dios (Sal. 81; 95)? ¿Por qué crees que sucede eso?
  2. ¿Por qué en ocasiones el camino de los impíos puede parecer más deseable que el consejo de los justos (Sal. 141)? Es decir, ¿cómo afrontamos el hecho aparente de que muchas veces a los malos parece irles muy bien?

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