Viernes 4 de octubre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO

SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO “También hizo Jesús muchas otras señales, en presencia de sus discípulos, que no están escritas…

 Viernes 4 de octubre – PARA ESTUDIAR Y MEDITAR – SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO

SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO

“También hizo Jesús muchas otras señales, en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero estas fueron escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:30, 31).

Viernes: 4 de octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR

“Jesús no le había dado seguridad alguna de ayuda divina. El hombre podría haberse detenido a dudar, y haber perdido su única oportunidad de sanar. Pero creyó la palabra de Cristo, y al obrar de acuerdo con ella recibió fuerza.

“Por la misma fe podemos recibir curación espiritual. El pecado nos separó de la vida de Dios. Nuestra alma está paralizada. Por nosotros mismos somos tan incapaces de vivir una vida santa como aquel lisiado lo era de caminar. Son muchos los que comprenden su impotencia y anhelan esa vida espiritual que los pondría en armonía con Dios; luchan en vano para obtenerla. En su desesperación claman: ‘¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte?’. Alcen la mirada estas almas que luchan presa de la desesperación. El Salvador se inclina hacia el alma adquirida por su sangre, diciendo con inefable ternura y compasión: ‘¿Quieres ser sano?’. Él os invita a levantaros llenos de salud y paz. No esperéis hasta sentir que sois sanos. Creed en su palabra, y se cumplirá. Poned vuestra voluntad de parte de Cristo. Quered servirle, y al obrar de acuerdo con su palabra, recibiréis fuerza. Cualquiera sea la mala práctica, la pasión dominante que haya llegado a esclavizar vuestra alma y cuerpo por haber cedido largo tiempo a ella, Cristo puede y anhela libraros. Él impartirá vida al alma de los que ‘estabais muertos en vuestros delitos’. Librará al cautivo que está sujeto por la debilidad, la desgracia y las cadenas del pecado” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, pp. 178-179).

“Jesús rechazó el cargo de blasfemia. ‘Mi autoridad’, dijo él, ‘por hacer la obra de la cual me acusan, es que soy el Hijo de Dios, uno con él en naturaleza, voluntad y propósito’ ” (El Deseado de todas las gentes, p. 184).

Preguntas para dialogar:

Reflexiona acerca de la lección de esta semana. La fe fue la clave que hizo posible estas curaciones. Los líderes, por el contrario, revelaron los peligros de la duda y la incredulidad. ¿Por qué no debemos confundir el hecho de tener preguntas (que todos tenemos) con tener dudas? ¿Por qué no son lo mismo, y por qué es importante conocer la diferencia entre ambas?

Analiza la última pregunta del jueves. ¿Por qué debemos tener, como adventistas del séptimo día, especial cuidado con este peligro? Por muy importante que sea, por ejemplo, conocer e incluso guardar el día de reposo correcto, o tener clara la enseñanza bíblica acerca del estado de los muertos, ¿por qué estas verdades no nos salvan? ¿Qué es lo que sí nos salva, y cómo?

Lee atentamente Juan 5:47. ¿Cómo caen en aquello contra lo cual Jesús advirtió quienes, por ejemplo, niegan la universalidad del Diluvio o la Creación literal en seis días?

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