Viernes 9 de junio – EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – PRIMERA PARTE

EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – PRIMERA PARTE “Entonces vi a otro ángel que subía…

 Viernes 9 de junio – EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – PRIMERA PARTE

EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – PRIMERA PARTE

“Entonces vi a otro ángel que subía del este con el sello del Dios vivo. Y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, quienes habían recibido poder de dañar la Tierra y el mar, y les dijo: ‘No dañen la Tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios’ ” (Apoc. 7:2, 3).

Viernes: 9 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“Desde el origen de la Gran Controversia en el Cielo, el propósito de Satanás ha sido destruir la Ley de Dios. Para realizarlo, comenzó su rebelión contra el Creador y, aunque fue expulsado del Cielo, continuó la misma guerra en la Tierra. Engañar a los hombres y así inducirlos a transgredir la Ley de Dios, tal fue el objetivo que persiguió sin cejar. Sea esto conseguido haciendo a un lado toda la Ley o descuidando uno de sus preceptos, el resultado será finalmente el mismo. […]

“En su afán por desacreditar los preceptos divinos, Satanás ha pervertido las doctrinas de la Biblia, y de esta manera se han incorporado errores en la fe de millares de personas que profesan creer en las Escrituras. El último gran conflicto entre la verdad y el error no es más que la última batalla de la controversia que se viene desarrollando desde hace tanto tiempo con respecto a la Ley de Dios. En esta batalla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes de los hombres y los preceptos de Jehová, entre la religión de la Biblia y la religión de las fábulas y la tradición” (CS 639).

En el Apocalipsis, de principio a fin, la adoración y la Creación están indisolublemente unidas. La esencia de la controversia entre el bien y el mal, y los problemas que rodean la marca de la bestia, giran en torno a si Dios es digno de adoración.

Como hemos visto, el concepto de Cristo como Creador está en el corazón mismo de la adoración sabática. Jesús destaca constantemente la importancia del día del cual se autodenomina “Señor” (Mat. 12:8; Mar. 2:28; Luc. 6:5). El sábado es un recordatorio eterno de nuestra identidad. Nos recuerda quiénes somos como seres humanos; da valor a cada ser humano. Constantemente refuerza la idea de que somos seres creados, y que nuestro Creador es digno de nuestra lealtad y adoración. Esta es la razón por la que el diablo odia tanto el sábado: porque es el eslabón de oro que nos une con nuestro Creador y porque desempeñará un papel crucial en la crisis final en el tiempo del fin.

 

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Cuáles son los principios básicos que están detrás de la pretensión de autoridad de la bestia que sube del mar? ¿De qué manera podemos albergar esas mismas actitudes en nuestro corazón sin darnos cuenta?

  2. ¿Cómo respondes a quienes argumentan que la idea de un Satanás literal es una superstición primitiva que la gente educada, o al menos los inteligentes, no pueden considerar seriamente? ¿Qué argumentos podrías utilizar en respuesta?

Comentarios Elena G.W

Satanás está presentando constantemente incentivos al pueblo escogido de Dios para desviar su atención de la obra solemne de prepararse para las escenas que le esperan en el futuro cercano. El es, en todo sentido de la palabra, un engañador, un hábil seductor. Cubre sus planes y trampas con mantos de luz sacados del cielo. Tentó a Eva a comer de la fruta prohibida, haciéndole creer que con ello obtendría grandes ventajas… Satanás tiene muchas redes peligrosas de fina trama, que parecen inocentes, pero con las cuales se prepara hábilmente para engañar al pueblo de Dios. Hay… inacabable variedad de empresas destinadas a desviar al pueblo de Dios, para que ame al mundo y las cosas que están en él. Mediante esta unión con el mundo, se debilita la fe (Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 480).

Si nuestra ciudadanía es ciertamente celestial, y si aspiramos a una herencia inmortal, una propiedad eterna, tendremos esa fe que obra por el amor y purifica el alma… Somos miembros de la familia celestial, hijos del Rey del cielo, herederos de Dios y coherederos con Cristo. Cuando él venga [Cristo] poseeremos la corona de vida que no se marchita…

Los privilegios concedidos al hijo de Dios son ilimitados: vincularse con Jesucristo, quien, en todo el universo del cielo y de los mundos no caídos, es adorado por cada corazón, y sus alabanzas entonadas por cada lengua; ser hijo de Dios, llevar su nombre, llegar a ser un miembro de la familia real; alistarse bajo el estandarte del Príncipe Emmanuel, el Rey de reyes y Señor de señores (Hijos e hijas de Dios, p. 374).

No es el temor al castigo, o la esperanza de la recompensa eterna, lo que induce a los discípulos de Cristo a seguirle. Contemplan el amor incomparable del Salvador, revelado en su peregrinación en la tierra, desde el pesebre de Belén hasta la cruz del Calvario, y la visión del Salvador atrae, enternece y subyuga el alma. El amor se despierta en el corazón de los que lo contemplan. Ellos oyen su voz, y le siguen.

Como el pastor va delante de sus ovejas y es el primero que hace frente a los peligros del camino, así hace Jesús con su pueblo. «Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas». El camino al cielo está consagrado por las huellas del Salvador. La senda puede ser empinada y escabrosa, pero Jesús ha recorrido ese camino; sus pies han pisado las crueles espinas, para hacernos más fácil el camino. El mismo ha soportado todas las cargas que nosotros estamos llamados a soportar…

El alma que se ha entregado a Cristo es más preciosa a sus ojos que el mundo entero. El Salvador habría pasado por la agonía del Calvario para que uno solo pudiera salvarse en su reino. Nunca abandona a un alma por la cual murió. A menos que sus seguidores escojan abandonarle, él los sostendrá siempre (El Deseado de todas las gentes, p. 446).

Elena G.W

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *