Julio 21 – LA AMISTAD DEL BUEN PASTOR – Mi Vida Hoy

Sugiero que varias familias que viven en la misma ciudad o pueblo se unan y se alejen de las ocupaciones que las agobian física y mentalmente, y hagan una excursión al campo junto a un hermoso lago o una bonita arboleda, donde el paisaje sea hermoso. Provéanse de alimento sencillo y saludable, de las mejores frutas y cereales, y tiendan el mantel a la sombra de algunos árboles o bajo la bóveda celeste. El viaje, el ejercicio y el escenario despertarán el apetito, y disfrutarán de un almuerzo que los mismos reyes envidiarían.

En tales ocasiones, padres e hijos deben sentirse libres de preocupaciones, trabajo y problemas. Los padres deben volverse niños como sus hijos, y hacerlos sentir tan felices como sea posible. Dedíquese todo el día a la recreación. El ejercicio al aire libre será muy beneficioso para los que tienen una ocupación sedentaria entre cuatro paredes. Todos cuantos puedan deben considerar que tienen el deber de seguir esta conducta. No perderán nada, y en cambio ganarán mucho. Volverán a sus ocupaciones con nueva vida y valor para entregarse a su trabajo con entusiasmo, y estarán mejor preparados para resistir a la enfermedad…

Pero son pocos los que comprenden cuán abrumadora y constante es la labor de los que llevan las responsabilidades de la obra en las oficinas. Están confinados entre cuatro paredes día tras día y semana tras semana, y la constante tensión que sufren sus facultades mentales va minando certeramente su constitución y debilitando su vigor vital…

Deberían tener un cambio con frecuencia; deberían dedicar todo un día a la recreación más a menudo, en compañía de sus familias, que están casi completamente ente privadas de su compañerismo. (1T:514-515) (213)